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Punakha

Punakha
Custodiado por los río Mo Chu y Pho Chu, el valle de Punakha es una parada obligada para todos los viajeros que llegan a Bután. Su apacible vida se centra en el cultivo de los campos de arroz, en torno a los cuales se han construido espectaculares fortalezas desde siglos atrás. Punakha es, al fin y al cabo, uno de esos lugares de Bután que han logrado mantener viva la historia, tradición y cultura local.

Cuándo ir

La mejor época para viajar a Punakha es entre marzo y mayo, y entre septiembre y noviembre, períodos que también coinciden con la temporada alta. Al contrario, la media se da entre diciembre y febrero, aunque el clima suele ser bastante frío.

Clima

El clima en Punakha nunca es demasiado caluroso. En la época de invierno las temperaturas no superan los 10°C como promedio, pero las lluvias son muy escasas. Por el contrario, entre junio y agosto los termómetros suben, pero es la temporada de monzones, además de la aparición de sanguijuelas.

Gastronomía

Los sabores de Punkaha suelen ser los mismos que se pueden probar en Bután en general. Abundan las verduras en todas las preparaciones, estando presentes en los numerosos platos que usualmente componen una comida. Además, el curry, el pollo y el arroz -que se cultiva en todo el valle de Punakha- son ingredientes que nunca faltan para acompañar.

Qué ver

Uno de los factores que más turistas atrae al valle es el Punakha Dzong o Palacio de la Felicidad. Éste lugar representa el centro administrativo y religioso de la región, pero fue construido en el siglo XVII para protegerse de las incursiones provenientes del Tíbet. Hoy, este Dzong es el segundo más grande de Bután y está enmarcado por la confluencia de los ríos Mo Chu y Pho Chu. Para acceder a él hay que cruzar un hermoso puente de madera que conduce a sus diversas áreas de interés, como sus patios, la torre central, su estupa y la sala de coronaciones de los reyes.

Relativamente cerca del Punakha Dzong se encuentra el Puente en Suspensión, que conecta las dos riveras del río Pho Chu. Éste fue fabricado a mano y, más allá de su funcionalidad, es toda una experiencia de adrenalina, pues se balancea a medida que se cruza por él.

Más hacia el sur se encuentra el Templo Chime Lhakhang, un monasterio budista construido en 1499. Según cuenta la leyenda, Lama Kunley habría sometido allí a un demonio, dejándolo atrapado en una roca del lugar que hoy adquiere un especial y simbóligo significado. Aún se pueden ver algunos de los símbolos que dejó Lama Kunley, que se caracterizaban por sus connotaciones sexuales. De hecho, es un falo de madera el que bendice a todo quien visite el monasterio.

Al otro lado de la carretera, en lo alto de una montaña, el Wolakha Nunnery es un convento que fue construido hace cientos de años para ser un colegio budista para monjas. Éste se puede ver desde lo lejos y, en su interior, aún viven algunas religiosas que venden pulseras típicas para generar ingresos. De ahí hacia el interior se puede llegar al pueblo de Talo, donde se encuentra el monasterio privado de la familia real y se obtienen espectaculares vistas del valle de Punakha.

Viajando mucho más al norte, se encuentra el último lugar que hay que visitar antes de dejar Punakha: el Khamsum Yulley Namgyal Choeten. Aunque parezca milenaria, esta estupa fue construida en 2004 por la reina de Bután, con el objetivo de alejar a los espíritus malignos de la nación. Su construcción se basó en el estilo tradicional de Bután, con cuatro pisos y algunas pagodas en sus alrededores. Desde allí, las vistas al valle son deslumbrantes.

Datos útiles

Moneda: ngultrum butanés
Corriente eléctrica: 230 V
Enchufes: tipo C
Propinas: no son obligatorias, pero son aceptadas
Vestimenta: de acuerdo con las tradiciones locales, es necesario visitar los templos, fortalezas y monasterios con pantalón y manga larga, y sin sombrero

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