Quito es reconocida como la ciudad con la mejor gastronomía de Ecuador. Entre sus platos emblemas figuran el hornado -carne de cerdo cocinada lentamente en horno de barro, acompañada con tortilla y ensalada- las empanadas de viento rellenas de queso que se pueden encontrar en muchos puestos callejeros, el yahuarlocro -una sopa con interiores, cebolla y papas- y la fritada, carne de cerdo frita y sanozada, acompañada con papas y maíz.

Si de buenos restaurantes se trata, para irse a la segura hay que ir al centro histórico, donde existen muchísimas opciones para probar la cocina local. Sin embargo, en La Mariscal se han instalado lugares más sofisticados, destacando la comida regional gourmet y también las opciones internacionales. Lo mismo ocurre en Bellavista, el barrio donde reside la clase más acomodada quiteña, por lo que reúne una enorme variedad de buenos restaurantes.

Cualquier visita a Quito debe comenzar por su casco histórico, considerado el mejor conservado y menos alterado de todo Latinoamérica, por lo que pasear por él es viajar en el tiempo hasta la época de la colonia. En esta zona se resguardan más de 4 mil casas y edificios patrimoniales, entre los que destacan el Palacio Carondelet, que es la sede de Gobierno, la plaza Metropolitana, la impresionante Basílica del Voto Nacional y la iglesia de la Compañía de Jesús. Lo mejor es que se puede caminar por sus calles de forma segura a cualquier hora, por lo que un excelente panorama es darse una vuelta al atardecer por la calle La Ronda, llena de bares y arte callejero.

El barrio de La Mariscal es otro de los barrios favoritos de los turistas que llegan a Quito, pues combina mansiones y palacios coloniales con arquitectura moderna. Allí se reúne buena parte del comercio, siendo el Mercado Artesanal uno de los mejores lugares de la ciudad para adquirir artesanía típica ecuatoriana. En La Mariscal también se encuentra el Parque El Ejido y la plaza Foch, considerada la zona rosa por desarrollar en sus alrededores la más entretenida vida nocturna de Quito.

Muy cerca se haya el barrio de La Carolina, cuyo corazón es el parque urbano más grande de Ecuador, que además guarda al Jardín Botánico, el parque Náutico y el Museo de Ciencias Naturales. Además, en La Carolina está buena parte del comercio, con seis centros comerciales y muchísimas alternativas gastronómicas que hacen de éste un excelente lugar para pasar el día.

Para apreciar las hermosas vistas de los volcanes que rodean Quito, lo mejor es dirigirse al barrio de Bellavista, conocido también como el balcón de la ciudad. Sus calles empedradas pueden resultar algo empinadas, pero las panorámicas hacen que el esfuerzo valga la pena. Allí, además, se encuentra la casa taller del destacado artista Oswaldo Guayasamín, uno de los íconos de Ecuador.

Por su parte, el barrio de La Floresta también guarda algunas construcciones coloniales, pero también es el barrio donde reside parte de la clase media alta quiteña. Además, se ha convertido en uno de los rincones bohemios de la ciudad, ganándose el apodo de "el Soho de Quito" por la gran cantidad de talleres de artistas y diseñadores que alberga.

Al norte de Quito está, seguramente, uno de los atractivos más visitados de Ecuador: la Ciudad Mitad del Mundo. Allí, un monumento marca el punto exacto en el que se encuentra la línea del Ecuador, separando el hemisferio norte del sur. En sus alrededores se ha creado una réplica de una ciudad colonial española y también es posible visitar el Museo Etnografico Mitad del Mundo.