Rancagua
Ubicada
a aproximadamente una hora al sur de Santiago, Rancagua es la capital de la
Región de O’Higgins y uno de los sitios más tradicionales para disfrutar de las
costumbres y cultura del campo chileno.
Si
bien es una ciudad pequeña y sencilla, sus alrededores tienen mucho que contar,
sobre todo por la historia minera que resuena en la cordillera de Los Andes.
Cuándo ir
La mejor época para visitar Rancagua es entre
octubre y marzo, aunque los veranos suelen ser algo calurosos. De todas
maneras, la primavera será siempre la mejor estación para un viaje a esta ciudad.
Clima
Al encontrarse al interior de la Sexta Región, Rancagua tiene un clima que
varía mucho entre invierno y verano. Mientras en la estación fría las
temperaturas no superan los 14°C, en verano pueden alcanzar fácilmente -e
incluso sobrepasar- los 30°C. Las lluvias no son tan abundantes, pero se
concentran principalmente entre los meses de mayo y agosto.
Gastronomía
Rancagua, y en general la Región de O’Higgins, es tierra donde aún existe la
esencia del campo chileno. De esta forma, es fácil encontrarse con los platos
más tradicionales de la cocina criolla, como el pastel de choclo, los porotos,
las empanadas de pino, el charquicán, la cazuela y las clásicas parrilladas.
Los mejores restaurantes de Rancagua se reúnen en
torno al centro de la ciudad, principalmente en las calles que rodean la plaza
de Los Héroes.
Qué ver
Lo mejor es comenzar cualquier visita a Rancagua
con un paseo por el centro de la ciudad. En el corazón se encuentra la plaza de
Los Héroes y, junto a ella, la catedral. Allí confluyen diferentes paseos
peatonales en los que se reúne gran parte de la vida comercial, financiera y
gastronómica.
Caminando por el paseo Estado hacia el norte se
ubica la hermosa iglesia de La Merced, un Monumento Histórico en el que se
refugiaron las tropas de la Batalla de Rancagua en 1814. Hacia el sur de la
plaza, por la misma calle, se alza también el Museo Regional de Rancagua, en
dos hermosas casonas coloniales declaradas Monumento Nacional. Mientras al
interior de la Casa del Ochavo se puede conocer cómo era la vida durante el
siglo XIX, además de algunos objetos de la época de la Independencia, en la
Casa del Pilar de Esquina hay exposiciones temporales.
Cruzando la Ruta 5 se encuentra el Parque Comunal,
el pulmón verde de Rancagua, con una laguna y hermosos jardines para disfrutar
haciendo ejercicio o simplemente descansando.
En los alrededores de Rancagua también hay diversas atracciones para conocer. Por ejemplo, en la carretera del Cobre se encuentra el Monumento a la Familia Minera que, similar al monte Rushmore de Estados Unidos, talla en piedra el rostro de un minero y su familia. En esa misma ruta está también el Monumento al Cóndor, que homenajea a esta ave tan emblemática de la cordillera de Los Andes.
Rancagua también puede ser la puerta de entrada para visitar Sewell, conocido también como “la ciudad de las escaleras”. Este lugar fue desarrollado a principios del siglo XX como un campamento para los trabajadores de la mina El Teniente. Desde 1998 el lugar es un pueblo fantasma cuya historia se mantiene intacta gracias a que fue declarado Monumento Nacional y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.