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San Cristóbal de las Casas

San Cristóbal de las Casas
San Cristóbal de las Casas es una hermosa ciudad ubicada en el estado de Chiapas, en el sur de México. Enclavada en un precioso valle rodeado de pinares, da placer explorar la ciudad, cuyo centro histórico está bien conservado, llena de casas antiguas de adobe con techos de tejas rojas, calles empedradas y mercados. Además, San Cristóbal se encuentra en el corazón de una de las zonas indígenas más arraigadas de México, rodeado de decenas de pueblos tzotziles y tzeltales, donde las costumbres ancestrales coexisten con las comodidades modernas.

San Cristóbal también es conocido por ser un punto de partida ideal para explorar los impresionantes paisajes circundantes, como el Parque Nacional Cañón del Sumidero y El Chiflón.

Prepara las maletas. San Cristóbal de las Casas es un destino imprescindible en un viaje por Chiapas.

Cuándo ir

La mejor época para visitar San Cristóbal de las Casas es de noviembre a abril, durante la estación seca. Si bien el día tendrá temperaturas agradables, ten en cuenta que por la noche puede hacer frío durante, debido a que se encuentra a 2.200 msnm.

Clima

El clima en San Cristóbal de las Casas es subtropical, con una estación seca de noviembre a abril, y una lluviosa de mayo a octubre. En invierno, de diciembre a febrero, hace frío por la noche, con temperaturas que pueden descender a alrededor de cero, pero, incluso en estos casos, durante el día generalmente se superan los 20 °C. Esta época es la mas seca.

Durante el verano, de junio a septiembre, en los días más calurosos, la temperatura puede alcanzar los 28 °C o 30 °C. Junio ​​es el mes más lluvioso, con unos 220 milímetros de precipitaciones.

Gastronomía

La cocina de San Cristóbal es un mosaico de herencias españolas e indígenas, así como caribeñas y guatemaltecas. La sopa de pan es tal vez el platillo más representativo. Entre sus tantos caldos y sopas sustanciosas, también destaca el pozole, hecho con maíz, chile y carne de cerdo, y el caldo tlalpeno, que lleva pollo desmenuzado y muchas verduras, como zanahorias, calabacines y porotos verdes.

Otros platos típicos que no pueden faltar en tu lista son el asado coleto (cerdo especiado, acompañado de arroz y tortillas), el tachilhuil (un guiso hecho con vísceras de cerdo, especias y maíz tostado, que se puede servir frío o caliente), el guajolote en mole (pavo con salsa de mole, una salsa a base de chocolate y especias), chiles rellenos, costilla de cerdo adobada, y embutidos como butifarra, longaniza, chorizo ​​y morcilla.

Si quieres algo para salir del paso, un tamal es la solución. Los sabores más tradicionales son el de bola y el tamal untado. Después prueba el tamal de azafrán, el de mole o el de frijolito. También hay tamales de verdura con pollo, de momo (con hoja santa), de chipilín, y toda otra variedad de tamales dulces, como de elote, coco y arroz.

Entre las bebidas tradicionales de San Cristóbal de las Casas está la cervecita dulce y el pox, un licor fermentado de maíz. Para una tarde nublada o una noche fría, no hay como el café chiapaneco, especialmente si es de olla.

Encontrarás muchas opciones de restaurantes en el centro histórico, especialmente en los llamados andadores: Guadalupano, 20 de Noviembre y Miguel Hidalgo. También puedes alejarte un poco y dirigirte al mercado, donde encontrarás comida local a buenos precios.

Qué ver

Una de las mejores maneras de familiarizarte con una nueva ciudad es haciendo un recorrido a pie, y San Cristóbal no es la excepción. En tu recorrido tendrás la oportunidad de ver la hermosa arquitectura colonial, sus iglesias y museos. El templo y exconvento de Santo Domingo, construido en el siglo XVI, es la iglesia más hermosa de la ciudad, especialmente cuando su fachada, con un extraordinario trabajo de filigrana, recibe el sol de la tarde. En el lado oeste, el antiguo monasterio alberga el excelente Centro de Textiles del Mundo Maya, que exhibe más de 500 ejemplos de tejidos a mano provenientes de México y Centroamérica.

Alrededor de la iglesia y del vecino templo de la Caridad, hay una colorida feria manejada por las comunidades indígenas de la ciudad, donde puedes comprar recuerdos y artesanías. Abundan las piedras, joyas y objetos en ámbar, tanto reales como de imitación. Para comprobar que son auténticas, pídele al vendedor que ilumine la piedra con una luz ultravioleta; si se vuelve fluorescente, es autentica.

El jade y el ámbar han sido muy importantes para las comunidades indígenas de Chiapas, y puedes aprender sobre ellos en los museos respectivos. El ámbar que se extrae en las cercanías de Chiapas —resina de pino fosilizada de unos 30 millones de años de antigüedad— es conocida por su claridad y diversidad de colores. El Museo del Ámbar se encuentra en un exconvento a un costado de la iglesia de la Merced, y explica todo sobre el mismo. Por su parte, El Museo Mesoamericano del Jade cuenta con exhibiciones muy interesantes que relatan la historia e importancia de este mineral para diferentes civilizaciones mesoamericanas.

Una de las pocas iglesias abiertas que se pueden visitar en San Cristóbal es la de Guadalupe, desde la que, además, tendrás una linda vista de la ciudad y sus alrededores. Para una panorámica más asombrosa, ve al mirador, al que llegarás luego de una caminata de unos 30 o 40 minutos.

Para conocer sobre las culturas indígenas de la zona, puedes visitar los pueblos de las afueras de San Cristóbal de las Casas, especialmente San Juan Chamula y su iglesia y Zinacantan, conocido por su producción textil tradicional, sobre todo por sus prendas florales tejidas y bordadas .

La ciudad de San Cristóbal es un punto de partida ideal para explorar las impresionantes montañas, bosques y cascadas de la zona. Uno de los panoramas más espectaculares es el Parque Nacional Cañón del Sumidero, que se puede conocer a bordo de una embarcación, asombrándote con las profundidades de más de 250 metros y las paredes del cañón que alcanzan los 1.000 metros de altura. A lo largo del recorrido tendrás la posibilidad de observar la fauna de la zona, como cocodrilos, monos araña, garzas y otras especies de aves.

El Chiflón no tiene una sola cascada, sino cinco, que son escalonadas y desembocan en piscinas tan perfectas que morirías de ganas de bañarte en ellas. Aunque son impresionantes en sí mismas, la que realmente hay que ver es la cascada Velo de Novia. Con sus 70 metros de altura, ruge al desembocar en la piscina inferior, y es tan potente que te empapará en cuestión de segundos. Alrededor hay varias rutas de senderismo con bonitas vistas, rodeadas de una exuberante vegetación.

Para algo cercano a la ciudad, ve a El Arcotete, un parque con varios senderos, ríos, una cueva y cinco tirolesas que ofrecen vistas impresionantes, o al río Grijalva, una excursión popular desde la ciudad. Para una excursión más larga, puedes combinar las increíbles ruinas de Palenque con Agua Azul y Miso-ha, dos de las mejores cascadas de México. Palenque es uno de los mejores ejemplos de arquitectura maya de todo el país; Agua Azul es un conjunto de saltos de agua increíblemente claras; y Misol-ha, una cascada de 35 metros de altura con un bonito camino por el que llegar detrás de la misma .

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