Muy cerca del valle de Aconcagua, y en las inmediaciones de la cordillera de Los Andes, la ciudad de San Felipe es uno de los mejores lugares de la Quinta Región para disfrutar de la cultural local y de la exquisita gastronomía chilena.

La mejor época para visitar San Felipe es en primavera, entre los meses de septiembre y noviembre, pues los veranos son extremadamente calurosos y los inviernos un poco fríos por su cercanía con la cordillera de Los Andes.

Al estar muy cerca de la cordillera de Los Andes, la ciudad de San Felipe se caracteriza por tener veranos muy calurosos, en los que los termómetros pueden alcanzar fácilmente los 34°C; por su parte, los inviernos son algo fríos, con máximas de 14°C.

San Felipe es un excelente lugar para probar la gastronomía típica chilena, con exquisitas parrilladas y restaurantes que ofrecen platos como pastel de choclo, empanadas, cazuelas, arrollado de huaso, etcétera. De todas maneras, últimamente San Felipe cuenta con una enorme oferta gastronómica con sabores de todo el mundo, pudiendo encontrar en la ciudad opciones internacionales de Perú, Italia, Japón, Venezuela y mucho más. 

En la ciudad, conviene comenzar el recorrido por la Plaza de Armas, donde se encuentra la Catedral de San Felipe. En sus alrededores se desarrolla lo mejor del comercio y la actividad gastronómica de la ciudad.

Afuera de San Felipe se encuentra la laguna Tricahue, un hermoso parque lleno de árboles y hermosa naturaleza, con una laguna al centro que permite disfrutar de deportes acuáticos, un panorama ideal en los calurosos días del verano de San Felipe.

Sin duda uno de los grandes atractivos de San Felipe son las viñas del valle del Aconcagua, ubicadas muy cerca de la ciudad. Entre ellas destacan Viña Mendoza, Viña Marte, Viña Almendral y Flaherty Wines.