Como gran parte de las capitales centroamericanas, San José suele ser un lugar de paso para los viajeros que llegan a recorrer los espectaculares paisajes de Costa Rica. Sin embargo, vale la pena dejar un día o dos para salir a descubrir esta ciudad que guarda entretenidos barrios gastronómicos, museos por doquier, tiendas interesantes y, por sobre todo, una calidez que sólo el país de la pura vida puede regalar.

La mejor época para visitar San José es entre diciembre y abril, con temperaturas máximas que bordean los 25°C y muy pocas probabilidades de lluvia.

San José goza de un clima primaveral durante todo el año, con temperaturas máximas que van de los 24°C a los 27°C, siendo de marzo a noviembre los meses más cálidos. La estación de lluvias transcurre entre mayo y noviembre.

Como en buena parte de Centroamérica, el arroz y los frijoles son parte de la dieta cotidiana de San José. Así, uno de los platos más típicos de la comida local es el casado que, además de estos dos ingredientes, lleva carne o pescado y plátano frito. El gallo pinto, por su parte, suma también huevos fritos y tortillas de maíz.

Uno de los barrios más entretenidos para salir a comer en San José es Escalante, sobre todo en los alrededores de farolito y el parque Francia. Lo mismo ocurre en San Pedro, un barrio joven que contiene las universidades más importantes del país, donde la oferta gastronómica se concentra en la calle de La Amargura y Los Yoses. Por su parte, el barrio de Escazú también está lleno de restaurantes para todos los gustos.

Partiendo con un recorrido por el casco histórico, hay que visitar el Parque Central, donde se impone la Catedral Metropolitana de San José. A pocas cuadras, en los alrededores de la plaza de la Cultura, es posible visitar los Museos del Banco Central de Costa Rica  y el Teatro Nacional, mientras que en la plaza de la Democracia y de la Abolición del Ejército se encuentra el Museo Nacional.

Si de barrios hablamos, San Pedro es uno de los más modernos y tranquilos de la ciudad, con un ambiente cosmopolita donde también se encuentran las principales universidad del país. Cafés, restaurantes y bares hay por doquier, para disfrutar en cualquier momento del día. A pocos minutos está Escalante, donde se puede recorrer el parque Francia y sus alrededores.

Hacia el oeste están los barrios de Escazú y Santa Ana, una de las zonas más seguras de la ciudad, con excelentes lugares para comer y comprar. Además, en este último sector está Las Eólicas, un mirador que regala espectaculares vistas a la capital.