San Miguel de Allende
Dicen que San Miguel de Allende
es la ciudad más bonita de México. Y, cómo no, si es un ejemplo de cómo
mantener vivo el paso colonial y virreinal del país. Pasear por su centro
histórico y caminar por sus calles empedradas es un verdadero viaje al pasado,
donde cada fachada es más hermosa que la anterior.
Cuándo ir
La mejor época para visitar San
Miguel de Allende es entre noviembre y abril, temporada de temperaturas
agradables y pocas posibilidades de lluvia. De todas formas, entre mayo y junio
los termómetros se elevan bastante, pero son también buenos meses para conocer
la ciudad.
Clima
San Miguel de Allende tiene un
clima bastante cálido durante todo el año. En invierno las máximas no suelen
bajar de los 22°C, mientras que en verano los termómetros promedian 28°C
fácilmente. La temporada de lluvias transcurre entre julio y agosto.
Gastronomía
La gastronomía de San Miguel de
Allende es una muestra de la cultura culinaria del estado de Guanajuato. Los
platos, quizás, no son los más famosos de México, pero sus sabores tienen una
personalidad propia que vale la pena conocer.
Entre las preparaciones más
icónicas están las pacholas, carne molida cocinada con especias, las empanadas
de carnitas, el rabo de zorra y el fiambre de San Miguel un guiso con verduras,
carne y frutas cocinadas con vinagre de manzana.
Los mejores restaurantes de San
Miguel de Allende se encuentran en el centro de la ciudad, con opciones para
todos los gustos, desde comida local hasta delicias gourmet internacionales.
Qué ver
Con
su pasado colonial más vivo que nunca, el centro histórico de San Miguel de
Allende hay que recorrerlo a pie, pasando por cada rincón. Un buen inicio es el
Jardín Principal, la plaza más importante de la ciudad donde puede sentarte a
contemplar la vida cotidiana de sus habitantes y a admirar la hermosura de sus
construcciones aledañas.
Muy
cerca se encuentra la Parroquia de San Miguel Arcángel, construida a fines del
siglo XVII y restaurada poco tiempo después con inspiración de las catedrales
europeas, bajo un estilo neogótico. Sin duda es el ícono de la ciudad.
En
el centro también vale la pena entrar al Museo Casa de Allende. Allí vivió
Ignacio de Allende y Unzaga, el líder que inició el proceso de la independencia
de México. Actualmente su interior muestra los orígenes de la ciudad, como
también la historia de este caudillo y parte de la guerra independentista.
Algunas
cuadras hacia el norte está el Mercado de Artesanías, un espacio que reúne a
más de 30 locales en los que se venden las más hermosas artesanías. Más que
simples souvenirs o recuerdos del viaje, son verdaderas obras de arte que
encantan a quien de un paseo por este lugar.