San Pedro de Atacama
Ubicado en pleno desierto de Atacama, a 2.408 msnm, San Pedro de Atacama se ha convertido en uno de los destinos más atractivos para los turistas nacionales y extranjeros. Desde hace varias décadas se han ido descubriendo los hermosos tesoros naturales y arqueológicos de sus alrededores, labor que se encuentra en constante crecimiento.
Bajo los días soleados y las noches estrelladas se esconden lugares inigualables a nivel mundial, como el salar de Atacama, las lagunas altiplánicas, valles montañosos y pueblos con más de diez mil años de antigüedad.
Cuándo ir
La mejor época para visitar San Pedro de Atacama es entre marzo y diciembre, pues presenta temperaturas agradables y se evita la temporada alta turística, que suele fluctuar entre enero y febrero.
Clima
San Pedro de Atacama tiene un clima desértido de altura, por lo que se puede observar una fuerte oscilación térmica entre el día y la noche. Las lluvias suelen ser escasas y, mientras en verano las temperaturas máximas bordean los 30°C, en invierno suelen estar en torno a los 20°C.
Gastronomía
San Pedro de Atacama es la cuna de la cultura atacameña y varios restaurantes se han encargado de mantener vivas sus tradiciones, con platos preparados en base a maíz y trigo, y un fuerte protagonismo de la carne de llama. De todas maneras, el pueblo está lleno de excelentes opciones para todos los gustos, desde pizzerías hasta sitios más sofisticados y gourmets.
Altura
El pueblo se ubica a 2.408 msnm, una altura considerable si se compara con el promedio de las zonas turísticas de Chile.
Qué ver
Con el constante descubrimiento de atractivos turísticos, hoy San Pedro de Atacama se puede visitar fácilmente durante una semana, recorriendo sus atractivos de forma tranquila y completa. Sin duda entre los lugares más famosos figura el valle de La Luna, con sus montañas, dunas y cráteres que emulan el paisaje lunar. Vale la pena visitarlo para conocer Las Tres Marías, el Anfiteatro, la Gran Duna y las Cavernas de Sal. El tour a este lugar suele combinarse con una visita al valle de La Muerte, ubicado en la cordillera de La Sal y muy famoso por sus dunas en las que se suele practicar sandboard.
Otra visita obligada son los géisers del Tatio, el campo geotérmico más alto del mundo, ubicado a 4.200 msnm. Los tours suelen llegar al lugar alrededor de las 7AM, cuando las aguas de sus pozones -que hierven a 86°C- comienzan a emitir enormes fumarolas. Si bien el lugar suele presentar temperaturas muy bajas, conviene llevar traje de baño para disfrutar de sus aguas termales. De regreso a San Pedro se puede conocer el pueblo de Machuca, famoso pos sus anticuchos de llama.
El salar de Atacama es uno de los atractivos más importante del desierto. Se localiza a 2.305 msnm y es el tercer salar más grande del mundo. Es famoso por la variada fauna que habita la laguna Chaxa, como flamencos, gaviotas andinas, aguiluchos y parinas. Los tours que llegan a este lugar suelen pasar también por los pueblos de Toconao -con su iglesia y huertos frutales- y Socaire -con sus terrazas de cultivo que datan de la época prehispánica. Además, el trayecto incluye una visita a las lagunas altiplánicas de Miscanti y Miñiques.
Al interior del salar de Atacama se encuentran otras lagunas, como las famosas Cejar y Piedra, cuyas altas concentraciones de sal permiten flotar sin mayor esfuerzo. Por su parte, los Ojos del Salar son dos enormes y profundos pozos de agua dulce, ideales para bañarse y sacarse la sal del baño anterior. Finalmente, la laguna Tebinquinche ofrece un panorama sin igual, pues pareciera que en ella el cielo se funde con la sal del desierto, en un paisaje infinito.
Para relajarse es ideal conocer las Termas de Puritama, pozones de agua termal con temperaturas de hasta 33°C inmersos en un espectacular paisaje rodeado por montañas y hermosa vegetación.
Si de arqueología se trata, hay que conocer las ruinas de Tulor, donde habría vivido un antiguo poblado atacameño hace más de tres mil años. Asimismo, el pukará de Quitor es un fuerte construido en el siglo XVII utilizado para defenderse de la invasión de otros pueblos.