Santa Lucía
Desde un mapa, Santa Lucía puede parecer un pequeño punto perdido en el mar Caribe. Pero, al igual que sus vecinas Martinica, San Vicente y Las Granadinas y Barbados, entre otras, este lugar guarda espectaculares playas, senderos de trekking y una impresionante biodiversidad.
Ya sea en un resort con todo incluido o en un pequeño hotel de playa, Santa Lucía y su gente siempre estarán dispuestos para dar la mejor de las bienvenidas.
Cuándo ir
La mejor época para visitar Santa Lucía es entre enero y abril, pues el resto del año es bastante lluvioso.
Clima
Santa Lucía tiene un clima trópical, con temperaturas máximas que bordean los 30°C durante todo el año. La temporada lluviosa transcurre entre mayo y diciembre, mientras que los huracanes suelen tocar tierra entre junio y noviembre.
Gastronomía
Santa Lucía tiene una cocina bastante determinada por su herencia africana y europea, aunque los sabores criollos marcan la pauta en muchos restaurantes de comida local. Al ser una isla, los pescados y mariscos son una apuesta segura, destacando el pez volador y la langosta, que suelen servirse con arroz blanco, frijoles y plátano. Además, no es raro encontrarse con frutas en los platos salados, como mango, coco, lima y papaya. Las carnes también están presentes en la mayoría de los restaurantes, sobre todo en aquellos de orilla de playa, que suelen asarlas a la parrilla.
Las zonas con mayor variedad de restaurantes son, por supuesto, la capital, Castries, la turística Gros Islet, la parte costera de Soucies y el pueblo de Soufrières.
Qué ver
La primera parada obligatoria en Santa Lucía es su capital, Castries. Allí se encuentra la casa de Gobierno y la casa Walcott, dos edificaciones de estilo europeo. La segunda fue la residencia de la familia Walcott, que dejó una importancia herencia cultural para el país; mientras Derek Walcott ganó el Premio Nobel de Literatura en 1992, su madre fue una reconocida profesora y su hermano dedicó su vida a la poesía y las artes. En los alrededores inmediatos a Castries, además, hay tres hermosas playas: La Toc, Vigie y Choc.
Hacia el norte, la isla Pigeot es un parque nacional que guarda los vestigios de dos fuertes británicos construidos durante el siglo XVIII para espiar a los buques franceses de la isla Martinica. En Pigeot se sitúa una de las playas más hermosas de Santa Lucía, que nada tiene que envidiarle a su vecina Reduit, ubicada en la zona de Gros Islet, con aguas turquesas y fina arena blanca.
Hacia el sur de Castries está Soufrière, un pequeño y sencillo pueblo conocido sobre todo por tener dos emblemas nacionales: las montañas Piton. Además de ser parte de la bandera nacional, son una Reserva Ecológica y fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su impresionante riqueza ecológica, pues es el hábitat de numerosas especies marinas, aves, mamíferos y una variada flora. Se puede llegar a la cima de ambas montañas realizando rutas de trekking de nivel medio, que asombran con sus vistas hacia la bahía. De todas maneras, también se tienen impresionantes panorámicas de ambos montes desde el sendero natural Tet Paul.
En Soufrière también se pueden conocer los Jardines Botánicos Diamond, el hogar de diversas aves y plantas tropicales, pero también de cascadas y pozones de agua termal provenientes de manantiales, donde también es posible darse baños de barro.
Si de playas se trata, la localidad de Vieux Fort tiene algunas de las más deslumbrantes de todo Santa Lucía: Anse des Sables y Sandy. Además, allí se encuentra el faro más austral de la isla, desde donde se tienen espectaculares vistas de los alrededores.