Santander
Santander, en el norte de España, es la capital de la comunidad autónoma de Cantabria, una bella ciudad con paisajes privilegiados.
Estratégicamente ubicada entre el mar y la montaña, con ecos de su pasado marinero, Santander sufrió un gran incendio que arrasó el centro de la ciudad en 1941, dejando pocas construcciones antiguas en pie. Sin embargo, aquí lo que se aprovecha es su ubicación en el lado norte de la bahía de Santander y sus hermosas playas, así como su animada vida nocturna y cultural.
Cuándo ir
Entre abril y septiembre es la mejor época para visitar Santander, cuando las temperaturas medias oscilan entre los 10 °C de mínima y los 23 °C de máxima, y la lluvia es menos abundante. En julio y agosto el tiempo es más cálido y la ciudad bulle con festivales, diversión nocturna y, claro, turismo nacional.
Clima
Santander tiene clima oceánico, con inviernos templados, veranos frescos y lluvias abundantes a lo largo del año. El invierno, de diciembre a febrero, es templado y lluvioso. Aunque las temperaturas son generalmente suaves, el viento y la humedad pueden aumentar la sensación de frío. La mínima media es de 8 °C. Cuando sople el viento del sur, sin embargo, la temperatura puede alcanzar los 20 °C, incluso en pleno invierno. El verano, de junio a septiembre, es fresco y nublado. El clima es variable, por lo que puede haber lluvias y nubes, así como días de sol. Rara vez hace calor: la temperatura máxima suele rondar los 23 °C en promedio y en pocas ocasiones alcanza los 30 °C.
Gastronomía
Santander, como toda ciudad española, está repleta de bares de tapas y pinchos, con ingredientes frescos y precios muy asequibles. Su ubicación al borde del Atlántico Norte la abastece de mariscos y pescados en abundancia y de calidad, además de las clásicas papas bravas, croquetas y tortilla española.
Rabas, almejas, pulpos, langostinos y chipirones son ideales como entrantes. Para los platos principales, los pescados se transforman en los protagonistas, en platos tradicionales como el sorropotún de bonito (un guiso de este pescado, papas y cebolla), bocartes a la cazuela, sardinas a la santanderina (sardinas horneadas, sazonadas con ajo, perejil, pan rallado y aceite de oliva) o pescados a la brasa.
El epicentro de la escena gastronómica es la plaza de Cañadίo, con bares abarrotados hasta altas horas de la noche. La calle Río de la Pila y sus aledañas también albergan muy buenos restaurantes. Si quieres comer disfrutando de las mejores vistas del mar, ve al paseo costero de El Sardinero.
Qué ver
Es imposible comenzar a hablar de Santander sin nombrar el Centro Botín, una construcción futurista dedicada al arte y al desarrollo creativo. Fue diseñado por Renzo Piano, arquitecto italiano, con el objetivo de que fuera un destino artístico similar al Guggenheim de Bilbao. Situado en la bahía de Santander, el edificio integra el centro de la ciudad y los históricos jardines de Pereda con la bahía, y está dividido en dos, con puentes interconectados y cubiertos de más de 300 mil discos nacarados. El edificio en sí es fabuloso, y el espacio interior es amplio y lleno de luz. Desde las ventanas hay unas vistas increíbles de toda la bahía. Las exposiciones del Centro Botín van de lo tradicional a lo moderno, incluyen conciertos y actuaciones musicales, y cambian de una temporada a otra.
Si vas al centro de Santander, conocerás el Ayuntamiento, la plaza Porticada, reconstruida en 1941 luego del incendio, y la plaza de Pombo, donde disfrutarás de un café y ver la vida local. No te pierdas la catedral de la Asunción de Nuestra Señora, construida entre finales del siglo XII y el XIV, compuesta por dos iglesias góticas, una encima de la otra. También alberga los antiguos cimientos romanos de un complejo termal que se pueden ver a través de los suelos de cristal.
Si te gustan los mercados y sientes que son la mejor manera de entender una ciudad, ve al céntrico mercado de la Esperanza. Detrás del Ayuntamiento, ubicado en una estructura de hierro del siglo XIX, encontrarás desde mariscos y carnes hasta frutas, queso, verduras y flores de toda la región de Cantabria.
Acercándote al mar, un paseo por la zona costera te permitirá recorrer desde los jardines de Pereda hasta Puertochico, donde se encuentra el monumento de los Raqueros, unas esculturas de cuatro niños “raqueros”, que entre los siglos XIX y XX se tiraban al agua para recoger las monedas que tiraban transeúntes y pescadores. Si sigues caminando te encontrarás con el dique de Gamazo, con impresionantes vistas a la bahía.
En la península de la Magdalena, a la que puedes llegar en vehículo o caminando, hay casi 25 hectáreas de parque y está también el palacio de la Magdalena. Construido en el siglo XX, con interiores opulentos y amplios jardines, también ofrece increíbles vistas sobre la isla de Mouro, la costa y la bahía.
Si te gusta navegar, una buena idea es recorrer la bahía de Santander en un paseo en barco, que te permitirá conocer la historia del lugar mientras disfrutas de la calma del mar. También puedes cruzar a Pedreña, un pequeño pueblo desde donde admirar Santander y almorzar en alguno de sus restaurantes de mariscos.
Si te gusta caminar, puedes dar un largo paseo desde el Centro de Arte Faro Cabo Mayor hasta el pintoresco pueblo costero de La Maruca. Recorriendo su escarpada costa te toparás con playas desiertas, calas escondidas y miradores desde donde apreciar las vistas.
Para salir de tapas y disfrutar la noche luego de un día de paseo y playa, la plaza Cañadío es el lugar. Ve luego del atardecer, cuando el ambiente empieza a cobrar vida.
¿Con ganas de poner los pies en la arena y nadar? El Sardinero es una hermosa playa urbana de aguas cristalinas con un paseo marítimo repleto de bares y restaurantes que sirven la mejor pesca del día. Está formado por dos grandes extensiones de arena llamadas sencillamente Primera Playa y Segunda Playa, divididas por los jardines de Piquio, un hermoso mirador. Del otro lado del Cabo Menor se encuentra la playa de Mataleñas, justo en una ensenada, con arena fina y agua clara.
Si buscas tranquilidad, la playa de los Peligros, la de la Magdalena y la de los Bikinis pueden ser tu lugar.