Chile

Santiago

Como buen centro neurálgico, Santiago concentra la mayor parte de la actividad económica, administrativa, cultural, comercial, industrial y política de Chile. Por eso, en la capital del país se pueden encontrar todas las alternativas necesarias para asegurar una buena estadía: hoteles de gran categoría, restaurantes de todo tipos de comida, tours guiados, centros comerciales, servicios y organizaciones gubernamentales, además de las representaciones diplomáticas de la mayoría de los países.

Cuándo ir

La mejor época para visitar Santiago es entre octubre y diciembre, y entre marzo y mayo. De esta forma se evitan las temperaturas extremas, sobre todo las del verano.

Clima

Al encontrarse en un valle entre las cordilleras de Los Andes y de La Costa, Santiago tiene un clima que se caracteriza por inviernos muy fríos y veranos extremadamente calurosos. Así, entre junio y agosto los termómetros marcan una máxima de 12°C de promedio, mientras que entre diciembre y marzo se pueden superar fácilmente los 32°C, con un calor seco. Si bien hasta la última década los inviernos eran bastante lluviosos, el cambio climático ha hecho que Santiago sufra de extensos períodos de sequía.

Gastronomía

Si bien Santiago no tiene una tradición gastronómica propia, en la capital de Chile es posible probar los clásicos de los sabores criollos. Muchas "picadas" ofrecen delicias como las empanadas de pino, el pastel de choclo, las cazuelas, arrollados de huaso, pescados, mariscos, etcétera. Además, siempre se pueden acompañar con pan amasado y el mejor vino chileno, disponible en todos los restaurantes. Por otro lado, la cocina internacional se ha tomado las calles de la ciudad, pudiendo también encontrar opciones de todos los países: Perú, Venezuela, China, Italia, India, Arabia, Francia, Estados Unidos, Japón y mucho más.

Santiago tiene diversas áreas gastronómicas repartidas por toda la ciudad. Destacan el barrio Bellavista, sobre todo los alrededores de la calle Constitución, Plaza Ñuñoa y las calles Manuel Montt, Avenida Vitacura, Príncipe de Gales, Alonso de Córdova, Nueva Costanera, etcétera.

Qué ver

Lo más conveniente es comenzar un recorrido por Santiago en su centro histórico. En plena Alameda se encuentra La Moneda, la Casa de Gobierno, que se puede recorrer en algunos tours diarios. Además, día por medio se realiza allí -a las 10 AM en la semana y a las 11 AM durante los sábados y domingos- el cambio de guardia presidencial. En sus alrededores existen muchos otros lugares dignos de conocer, como la Plaza de Armas, rodeada por la Catedral y el edificio de Correo de Chile, ademas del Museo de Arte Precolombino. Hacia la costanera es posible recorrer el Mercado Central, el principal punto de abastecimiento de alimentos de la capital, con deliciosos lugares para comer y probar los más tradicionales sabores chilenos.

Caminando por el río Mapocho hacia el oriente se encuentra el Parque Forestal y, en él, el hermoso Museo de Bellas Artes, con el Museo de Arte Contemporáneo en su parte trasera. Muy cerca se halla también el cerro Santa Lucía, que vale la pena subir a pie, aunque conviene hacerlo con luz de día. Al estar en esta zona, se está cerca del barrio Lastarria, una entretenida zona bohemia llena de restaurantes, bares, galerías y tiendas de diseño, como también el Museo Gabriela Mistral.

Otro punto de interés turístico es el cerro San Cristóbal. Desde la calle Pío Nono se puede acceder a él a través del funicular, que avanza un buen tramo para acercarse hasta la virgen del cerro. También está disponible la opción de dar un paseo en teleférico, con hermosas vistas hacia Santiago, y de visitar el Zoológico Nacional. Al descender es posible también hacer un recorrido por La Chascona, la casa del poeta Pablo Neruda, y también por el circundante barrio Bellavista, que a partir de las 19 horas se convierte en un epicentro de la vida nocturna santiaguina.

Unas calles más hacia el oriente se encuentra la comuna de Providencia, uno de los epicentros del comercio Santiaguino. Definitivamente, allí uno de los mejores atractivos es el Costanera Center, el mall más grande de Latinoamérica. En lo alto de su torre de oficinas se ubica Sky Costanera, un mirador en 360° hacia todo Santiago.

Si de salir de compras o ir a comer se trata, la zona Oriente es la más indicada para hacerla. Es que allí se encuentran los principales malls de la ciudad, como Parque Arauco y Alto Las Condes, y también los entretenidos puntos gastronómicos de Nueva Costanera, Vitacura, Plaza Ñuñoa, Manuel Montt, etcétera.

Alrededores

En las afueras de Santiago hay muchísimos atractivos que vale la pena visitar. En primera lugar están los centros de ski de la cordillera de Los Andes, ubicados a menos de una hora de la ciudad. En la zona de Farellones se encuentran El Colorado, Valle Nevado y La Parva, mientras que camino a Mendoza está Portillo. Todos disponen de excelentes pistas, tiendas para arrendar equipo y muy buenas escuelas para aprender a practicar ski o snowboard. Cabe destacar el Parque de Nieve de Farellones, un sitio que se centra en la diversión para toda la familia, con experiencias como tubbing, trineos de nieve y mucho más.

Otro lugar que conviene visitar es el Cajón del Maipo, en la zona suroriente de Santiago. Se trata de un pueblo mágico rodeado por montañas y ríos, que se ha convertido en uno de los sitios favoritos para conectarse con la naturaleza. Es un excelente lugar para ir por el día y probar la gastronomía típica de Chile, como también para practicar trekking y deporte aventura, destacando el canopy y el rafting, entre muchas otras opciones.

¿Cómo irse de Santiago sin haber hecho la ruta del vino del río Maipo? Opciones hay decenas y, sólo por nombrar algunas, las más destacables con la Viña Concha y Toro, Santa Rita, Undurraga, Santa Carolina, Tarapacá, Aquitania, Haras de Pirque, Terramater, Pérez Cruz, Monte María, Rukumilla, Chocalán, La Viña del Señor, Doña Javiera, Teillery y Alyan. La mayoría ofrece paseos por sus viñedos y bodegas, para finalizar en deliciosas degustaciones, y algunas tienen también hermosos hoteles para pasar la noche en un lugar de ensueño rodeado sólo por la más linda naturaleza.