Santiago de Compostela
Santiago de Compostela, capital de la comunidad autónoma de Galicia, al noroeste de España, es famosa por ser el destino final del famoso Camino de Santiago, una ruta de peregrinación que registra miles de personas cada año.
La ciudad tiene una larga historia que se remonta a la época romana. En la Edad Media se convirtió en un importante centro de peregrinación gracias a la supuesta presencia de los restos del apóstol Santiago en la catedral, que hoy en día sigue siendo uno de los principales atractivos turísticos. Es uno de los principales centros de peregrinación del cristianismo, por lo que disfrutarás de un buen ambiente, tanto de peregrinos como de estudiantes, ya que tiene una universidad con más de 500 años de antigüedad. La ciudad también cuenta con una rica tradición gastronómica vinculada a los productos de mar.
Santiago de Compostela recibe a todo tipo de viajeros, para que, sea cual sea tu estilo de viaje, puedas disfrutar de su historia, cultura y gastronomía.
Cuándo ir
El mejor momento para visitar Santiago de Compostela es julio y agosto, cuando el clima es más cálido y soleado. También puede haber algo de lluvia y algunas noches frías, por lo que ve preparado. Si no te gusta el calor, puedes elegir los meses de mayo (especialmente la segunda mitad), junio y septiembre (especialmente la primera mitad), sabiendo que podría llover con más frecuencia.
Clima
Santiago de Compostela tiene un clima agradable con posibilidades de lluvias durante todo el año. El invierno, de diciembre a febrero, es bastante templado, pero también es nuboso, lluvioso y ventoso. Aunque la temperatura generalmente no es muy baja, la humedad (a menudo llueve o hay niebla) y el viento exacerban la sensación de frio. La primavera, de marzo a mayo, es fresca, húmeda y lluviosa. A partir de mediados de abril comienzan a aparecer los primeros períodos templados y soleados. El verano, de junio a agosto, es agradablemente cálido durante el día, pero con noches frescas. Ocasionalmente puede haber días muy calurosos, con más de 30 °C. El otoño, de septiembre a noviembre, es fresco, húmedo y lluvioso. Las lluvias son frecuentes todo el año, especialmente de octubre a mayo.
Gastronomía
Santiago de Compostela es conocida por su rica gastronomía, con platos tradicionales y auténticos sabores de Galicia, entre los que predominan los pescados y mariscos de calidad.
El pulpo a la gallega es uno de los platos más emblemáticos, que consiste en pulpo cocido y cortado en rodajas, servido con aceite de oliva, sal y pimentón. La empanada gallega es una tarta con tapa rellena de carne, pollo o mariscos, perfecta para llevar de picnic, ya que es rica fría o caliente. Galicia es conocida por sus deliciosos mariscos frescos como almejas, mejillones, ostras y percebes, que son una experiencia gastronómica imprescindible si te gusta este tipo de comida. Si además de comer bien disfrutas del buen beber, no dudes en acompañar estos platos con algún vino gallego, como el albariño o el ribeiro.
Si quieres probar algo dulce, la tarta de Santiago es un postre tradicional gallego hecho con almendras, azúcar y huevo, que puedes encontrar en muchas pastelerías y restaurantes.
Si estás buscando opciones, en las calles rúa Raíña y rúa do Franco hay numerosos bares de tapas y restaurantes de mariscos. En el Mercado de Abastos también encontrarás excelentes opciones para almorzar mariscos frescos.
Qué ver
Como emblema de la ciudad que es, seguramente lo primero que quieras hacer es conocer la catedral de Santiago de Compostela, especialmente si has realizado el Camino de Santiago y quieres abrazar la imagen del apóstol. Construida entre 1075 y 1211 para albergar su sepulcro, esta imponente y hermosa catedral mezcla el estilo románico con elementos barrocos y góticos. En su interior puedes recorrer algunos de sus dieciséis capilares y, sobre todo, sorprenderte con el botafumeiro, un enorme incensario de 50 kilos. La gran joya de la catedral es el pórtico de la Gloria, una obra cumbre del románico con numerosas figuras religiosas.
La plaza de Obradoiro tiene hermosas vistas de la catedral, además de varios de los lugares más bonitos de la ciudad, como el Pazo de Raxoi, el Pazo de Xelmirez y el Colexio de San Xerome. Allí se encuentra también el Hospital de los Reyes Católicos, construido en 1501 por orden de los reyes para albergar a los peregrinos que terminaron agotados y a veces enfermos tras hacer el camino. Hoy en día, conocido como Parador de Santiago, es un elegante alojamiento.
El casco histórico, situado alrededor de la plaza de Obradoiro y declarado Patrimonio de la Humanidad, es el barrio más antiguo de la ciudad, con hermosas calles empedradas que te trasladarán a la época medieval. Destacan las plazas de Cervantes, de las Platerías y la de la Quintana, las casas señoriales da Balconada, del Deán y de la Parra, además de sus emblemáticas calles rúa do Franco, rúa Raíña, rúa do Vilar y rúa Nova, todas rodeadas de hermosos caserones renacentistas y neoclásicos en los que vale la pena detenerse. Puedes acercarte al arco de Mazarelos, una de las antiguas puertas de acceso medieval que aún se conserva en pie.
La plaza de la Quintana es particularmente especial en los años santos, ya que en ese momento puedes ver a los peregrinos entrar a la aatedral por la puerta Santa. Vayas cuando vayas, la parte superior de la plaza es conocida como Quintana de Vivos, y se llena todos los días de peregrinos que descansan en sus escaleras.
Paseando por la rúa do Franco te encontrarás con la antigua fuente del Apóstol y el pazo de Fonseca, considerado el origen de la Universidad Compostelana y uno de los edificios más importantes de Santiago. Fue construido en el siglo XVI por el arzobispo Alonso de Fonseca para convertirlo en la sede de la universidad gracias a la ayuda económica de su familia. En su fachada renacentista podrás ver el escudo familiar de los Fonseca. No te pierdas el bonito patio interior, la capilla gótica y el salón artesonado.
Por fuera del centro histórico, aunque muy cerca, se encuentra el Museo do Pobo Galego, donde podrás dar un paseo a través de la cultura y la forma de vida gallega a lo largo de su historia, además de alucinar con la original escalera helicoidal y la iglesia donde descansan los restos de varios gallegos célebres como la poetisa Rosalía de Castro.
Al salir del museo puedes pasear por el parque de San Domingos de Bonaval, un enorme espacio verde. Construido en la ladera de una colina sobre los restos de un antiguo cementerio y el huerto de un monasterio dominico del siglo XIII, destacan sus terrazas y rampas, sus esculturas, sus cuidados jardines y las panorámicas que se obtienen de Santiago.
El monasterio de San Martín Pinario, del siglo X, el convento de San Francisco, fundado a comienzos del siglo XIII, la plaza del Toral, un antiguo punto de venta de ganado y aprovisionamiento de agua en la época medieval, son otros de los lugares que puedes conocer en tu viaje a Santiago de Compostela.
Entre tantos edificios, es bueno escaparse por un rato al Mercado de Abastos y despertar al máximo los sentidos. Construido en el año 1940 en el mismo lugar que el antiguo mercado, es perfecto para ver a los locales comprando pescados, mariscos, verduras, carnes, frutas, quesos, y muchos productos más. También es un sitio perfecto para almorzar productos frescos del mar.
Para desconectar del ajetreo de la ciudad puedes ir al parque de la Alameda, uno de los grandes pulmones verdes de Santiago, recorrer la bonita rúa das Hortas bordeando el río Sarela, seguir la senda del río Sar, subir al atardecer al monte Pedroso o al mirador del monte do Gozo.