Santorini
Por
excelencia, Santorini es considerada una de las islas más famosas de todo el
mar Egeo. Mientras los pueblos de Fira y Oia destacan por el clásico panorama
de sus casitas blancas, innumerables playas atraen las miradas de miles de
locales y turistas.
De
la misma forma, la isla es perfecta para los amantes del senderismo, la
historia, la arqueología y el relajo.
Cuándo ir
La
mejor época para visitar Santorini es durante primavera y verano, aunque en
esta última estación la isla puede verse algo abarrotada de turistas.
Clima
Santorini
goza de un clima mediterráneo con temperaturas bastante cálidas a lo largo de
todo el año. Durante el verano los termómetros suelen alcanzar los 34°C,
mientras que en invierno las máximas llegan hasta los 14°C, concentrando las
lluvias en los meses de enero y febrero.
Gastronomía
La
cocina de Santorini es bastante similar a la de Mykonos y Grecia en general,
con los sabores frescos como protagonistas. Así, ingredientes como el aceite de
oliva, los quesos, los pescados y mariscos son elementos fuertes en diversos
platos.
Nunca
falta la clásica mousakka de
berenjenas, tomate y carne, como tampoco los platos elaborados con pescados
como lubina, besugo, pulpo y calamar. Así también, en los aperitivos es fácil
encontrarse con quesos, aceitunas, yogurt y hojas verdes.
De
postre, un clásico de Santorini es el gliká
kouta liou, una fuente de fruta en almíbar. También son clásicos dulces
como la baklawa, los loukoumades, los kourabiédes y los halwás.
Qué ver
Cualquier
visita por Santorini debe comenzar por la capital, Fira. Es la clásica postal
de las islas griegas, con casitas blancas y azules repartidas por un entramado
de callecitas de piedra, con el mar Egeo como telón de fondo. En Fira, además,
están los mejores hoteles y tiendas de lujo, como también buena parte de la
oferta gastronómica.
Caminando
hacia el norte hay múltiples miradores, como al que se llega a través de las
escaleras Karavolades, con espectaculares vistas a la caldera volcánica. Un
poco más allá se encuentra la roca Skaros y, en ella, la fortaleza veneciana,
un excelente punto para mirar la isla y sus alrededores desde lo alto.
Siguiendo
por los senderos, sólo 9 kilómetros separan a Fira de Oia, un hermoso pueblo
del mismo estilo. Éste, sin embargo, se caracteriza por ofrecer las mejores
puestas de sol –sobre todo desde el Castillo Bizantino-, para después disfrutar
de una cena o un aperitivo en cualquiera de los bares y restaurantes con vistas
al mar.
Una
escalera de 300 peldaños conecta al pueblo de Oia con la bahía de Amoudi, un
pequeño pueblo de pescadores que regala impresionantes vistas a los
acantilados. Además, es un sitio perfecto para comer platos en base a pescados
y mariscos mirando el mar.
Hacia
el sur, siguiendo por la costa, está el pueblo de Akrotiri, que ofrece un
panorama muy similar a Pompeya en Italia. Esta antigua ciudad minoica fue
sepultada por la erupción de un volcán en el año 1613 a.C. y recién fue
descubierta en 1967, con trabajos de excavación que continúan hasta el día de
hoy. En la misma línea arqueológica, vale la pena visitar Thera, un sitio
arqueológico que guarda restos de las culturas helénicas, romanas y bizantinas.
Desde
Santorini salen paseos diarios rumbo a las aguas termales de Palea Kameni. En
la ruta se pasa también por la isla de Nea Kameni, conocida por su volcán
activo que permite ser visitado hasta la cima. Generalmente este tour termina
en la isla Thirassia, un momento ideal para tomar algo en una de sus tabernas.
Hay
que destacar también que Santorini produce algunos de los mejores vinos de Grecia.
En los alrededores de Messaria hay muchas bodegas que abren sus puertas a los
visitantes, destacando Boutari, Santo Wines, Gavalas y Argyros.
Playas
Para
disfrutar de las cálidas aguas del mar Egeo, Santorini tiene playas para todos
los gustos. Perissa, Perivolos y Agios Georgios son algunas de las más famosas,
con arenas negras y varios locales para comer y tomar algo a pie de playa.
Kamari
es perfecta para hacer deportes náuticos, mientras que la playa Roja está
rodeada de acantilados volcánicos de color ocre. Desde allí se puede llegar en
bote a la hermosa playa Blanca. Asimismo, Vlihada se caracteriza por sus rocas
de color claro.
Mientras
Monilithos es ideal para familias por sus aguas de baja profundidad, los
adultos pueden visitar Kolumbo, la playa nudista de Santorini.