Sfax

La ciudad portuaria de Sfax se ubica en la costa este de Túnez, específicamente en la parte norte del Golfo de Gabés. Es la segunda ciudad más grande y uno de los principales centros comerciales de Túnez, con su impresionante medina como protagonista. Además, se encuentra muy cerca de las islas Kerkennah y a poco más de dos horas en auto de la capital de Túnez.
Fundada en 849 a.C. sobre las ruinas de Taparura y Thaenae, cuenta la leyenda que su nombre proviene del antiguo rey Sifax, de la antigua tribu númida de los masesilos, situada en Numidia occidental durante el último cuarto del siglo III a.C.
Cuándo ir
La mejor época para visitar Sfax es durante todo el año, aunque los meses más templados son de julio a septiembre.
Clima
Sfax tiene un clima semiárido cálido o mediterráneo, con inviernos suaves y relativamente lluviosos, y veranos calurosos y soleados. La temperatura máxima media es de 24°C a lo largo del año; con 17°C en enero a 32°C en agosto. En cuanto a precipitaciones, el promedio anual es de 200mm, con un mínimo de 6mm en julio y un máximo de 31mm en marzo.
Gastronomía
La gastronomía de Sfax es una combinación de tradiciones y culturas bereber, púnica, romana, bizantina y arabo-musulmana. Algunos de los platos típicos son el market babbouch o sopa de caracoles; y la charmoula, que proviene de los judíos. También destaca una amplia selección de pescados y mariscos.
Una de las mejores zonas para comer es en la ciudad antigua, pues en los alrededores de esta zona amurallada podrás encontrar infinitos puestos de comida para probar los platos tradicionales tunecinos.
Qué ver
Esta ciudad combina modernidad con un lado más tradicional, colorido y austera. Aún conserva su calma al ser un lugar que sale de los destinos más turísticos, pero que te llevará a conocer de forma más auténtica la vida de los tunecinos con su gran medina amurallada como protagonista. Podrás recorrer los dos kilómetros de longitud de su antigua ciudad, mientras sientes como si viajaras al pasado con sus grandes torres y bastiones. No dejes de pasar por su puerta principal, conocida como Bab Diwan, donde encontrarás variados puestos de comercio y artesanía local, con pequeños zocos que venden todo tipo de productos. En el centro de la medina está su monumento principal: la Gran Mezquita de Sfax, la primera mezquita establecida en la histórica ciudad, que data del siglo IX y que ha sufrido continuas remodelaciones con el paso de los años. Desde allí puedes recorrer sus estrechas callejuelas por horas para adentrarte en la esencia del lugar.
Para conocer el otro extremo de Sfax puedes ir al nuevo distrito de la ciudad (ville nouvelle en francés), que se encuentra entre el puerto y la medina. Fue construido durante el protectorado francés, pero en la actualidad solo quedan algunos edificios coloniales como el Concejo o Place de la République y el Edificio del consulado francés. Para quienes les gusta el arte, dos imperdibles son el Museo Arqueológico, con exposiciones de antigüedades púnicas, romanas y bizantinas; y el Museo Dar Jellouli, también conocido como Museo Regional de Artes y Tradiciones Populares, que fue fundado en 1939 por el estudioso francés del arte magrebí Lucien Golvin.
Pero no solo puedes recorrer Sfax, sino que también hacer excursiones en sus alrededores, como visitar los pueblos bereberes de Matmata y Tamezret; conocer el gran oasis costero de Gabés, con su hermosa mezquita y atardecer en la playa; o recorrer el alucinante anfiteatro romano del Djem. Otras alternativas son la ciudad histórica de Monastir con su Ribat, la fortaleza medieval; la ciudad santa de Kairouan; o las villas marineras de Sousse y Port El Kantaoui. También puedes ir en ferry hasta las famosas islas Kerkennak.