La ciudad costera más grande de Namibia es la preferida para quienes disfrutan la vida nocturna y la playa. En Swakop, como le dice cariñosamente la gente, tienes opciones para la aventura, el placer y el relax: puedes deslizarte por las dunas en sandboard o en quad, cenar y beber en un restaurante pintoresco junto a la playa, o dejarte sorprender por las aves y plantas exóticas que pueblan la región.

Si buscas un lugar agradable donde quedarte un par de días y relajarte, Swakopmund es una gran opción, un lugar perfecto tanto para viajes en grupo como para viajeros en solitario, para quienes quieren volver a lo urbano entre tanta naturaleza.

Casi todo el año es una buena época para visitar Swakopmund. Ten en cuenta que los meses más cálidos y con mayores posibilidades de observación de animales son de diciembre a junio. Evita el período de junio a agosto, ya que la ciudad suele sufrir tormentas de arena.

En la costa de las frías aguas del Atlántico y rodeada por el desierto de Namib, Swakopmund disfruta de un clima tropical suavizado por las corrientes del océano, con temperaturas agradables prácticamente todo el año y una precipitación anual de menos de 20 milímetros. La fría corriente de Benguela proporciona humedad en forma de niebla, muy característica de esta zona.

La diferencia de temperaturas entre verano e invierno es modesta, con una media de 25 °C a mediados del verano (enero) y de 16 °C a mediados de invierno (agosto). Los días nublados de invierno son fríos y húmedos, pero los vientos cálidos del desierto del Namib calientan rápidamente la costa.

Si te gusta la cerveza, visita la fábrica Namib Dunes Craft Brewery, con una gran variedad de cervezas. En los pubs y bares del centro podrás acompañar la cerveza local con un buen plato, como un filete o una hamburguesa.

Entre la comida local destaca la del mar, con especialidades como langostas, ostras, pescado, sushi y mariscos. En el centro de Swakopmund hay variedad de restaurantes, cafés y bares donde disfrutar la gastronomía y un buen ambiente.

Swakopmund es una hermosa ciudad para caminar, con largas playas de arena, pequeñas plazas, arquitectura colonial, cafeterías y lindas vistas desde el muelle. Los puntos arquitectónicos más destacados, la mayoría construidos a principios del siglo XX, son el edificio Prinzessin Rupprecht Heim, la Antigua Prisión, la Casa del Estado, Woermannhaus, el faro y el edificio Hohenzollern, entre otros.

En los alrededores de la ciudad, a algunas horas en auto, podrás ver impresionantes dunas de arena, extrañas formaciones rocosas, costas desiertas y miles de animales y aves.

El desierto del Namib, con las dunas más altas del mundo, y el extenso salar Sossusvlei, rodeado de dunas de arena roja, se encuentran muy cerca de Swakopmund. El desierto puede parecer un lugar inhabitable para ojos inexpertos, pero si lo visitas con un guía aprenderás sobre la flora y fauna del lugar. Puedes hacer una excursión de quad, una ruta a caballo o deslizarte en sandboard por una duna de 300 metros de altura.

El Paisaje Lunar, parte del desierto del Namib, a 40 kilómetros al este de la ciudad, recuerda a la superficie de la luna. Desde el mirador verás la colinas rocosas talladas por el río Swakop, en el valle podrás conocer la rara planta welwitschia mirabilis y apreciar restos de la Primera Guerra Mundial, minas y extrañas formaciones rocosas. Si quieres visitar todos los puntos de interés, necesitarás entre cuatro y cinco horas. Si te gusta la adrenalina, puedes hacer paracaidismo y saltar por encima de estos increíbles paisajes. Si lo tuyo con las alturas implica más tranquilidad, tal vez prefieras un paseo en globo aerostático.

En Walvis Bay, una pequeña ciudad a 40 kilómetros al sur de Swakopmund, apreciarás de cerca una colonia de flamencos, específicamente en Pelican Point; entre noviembre y abril hay miles de aves en la zona. Si además de flamencos quieres ver otros animales, una excursión en barco o catamarán te permitirá ver ballenas, delfines, focas, peces luna y tortugas laúd. La mejor época para ver ballenas son los meses de invierno, de julio a noviembre, mientras que los otros animales se ven durante todo el año.

A 150 kilómetros al noreste de Swakopmund, Spitzkoppe es famoso por sus picos de granito y por sus extrañas formaciones rocosas. Los picos dominan las llanuras del desierto del Namib; el más alto mide 1.728 metros. Si quieres realmente apreciar la belleza del lugar, es recomendable que pases la noche allí, acampando bajo las estrellas.

Hacia el norte de Swakopmund se encuentra Cape Cross, una reserva natural que alberga la mayor colonia terrestre de lobos marinos del cabo. El mejor momento para visitarla es la época de cría, entre enero y marzo, cuando se pueden ver miles de simpáticas crías arrastrándose por la zona. Hay pasarelas por las que caminar y apreciarlas sin molestarlas.

En el cercano Parque Nacional de Dorob puedes explorar playas arenosas, dunas costeras, mogotes y llanuras de grava. Irónicamente, el terreno desértico alberga la red de ríos efímeros más extensa del país. La vegetación de los mogotes de las dunas, el arbusto lápiz, el arbusto dólar y el árbol del pastor, junto con los líquenes, sustentan la fauna del lugar: salamanquesas, lagartos, serpientes, camaleones y arañas. El campo de líquenes es uno de los mayores del mundo.

Más al norte se encuentra la Costa de los Esqueletos, un parque nacional remoto con naufragios y esqueletos de ballenas desparramados por sus playas brumosas. La pesca de orilla es una actividad muy popular allí.

¿Qué puede haber mejor que relajarse en la playa después de largos días viajando por el desierto? Palm Beach, cerca del embarcadero de Swakopmund, es un lugar agradable para relajarse. Además, los restaurantes, las tiendas y la playa están cerca unos de otros, por lo que no necesitas auto y es ideal para caminar un rato luego de un largo día de viaje.