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Francia

Tours

Tours
Tours es el corazón de la región centro de Francia, situada al suroeste de París y atravesada por los ríos Cher y Loira. Esta bella ciudad fue la residencia de diferentes reyes durante la Edad Media y el Renacimiento, por lo que cuenta con multiplicidad de castillos reunidos bajo el nombre de Châteaux de Loire o los castillos de Loira.

Tours reúne el mejor estilo parisino con la tranquilidad de un pueblo. Encontrarás plazas repletas de bares y restaurantes, circuitos gastronómicos con las mejores vistas al río Loira y variedad de bodegas donde probar un buen vino francés. Tours es una ciudad dinámica, llena de estudiantes y turistas que llegan para admirar sus monumentos históricos y disfrutar de su maravilloso estilo de vida.

Cuándo ir

La mejor época para viajar a Tours es de mayo a octubre. Los meses donde la temperatura se hace más agradable son julio y agosto, y también es la temporada alta de turismo. En mayo, junio y septiembre suele haber algo menos de concurrencia, por lo que hay más tranquilidad.

Clima

Tours disfruta de un clima oceánico templado. Los veranos son cálidos, con temperaturas que oscilan alrededor de los 26 ºC y raramente superan los 32 ºC. Los inviernos son largos, algo fríos y ventosos, con 6 ºC de temperatura promedio. El mes más frío es enero, con temperaturas que pueden rondar los 2 ºC. El mes más lluvioso es diciembre, y de junio a mediados de septiembre es el período más seco.

Gastronomía

En Tours podrás disfrutar de una variada gastronomía tradicional. Una de las especialidades culinarias más conocidas de la ciudad es el nougat de Tours, que tiene su origen en la Edad Media. Se trata de una tarta cuya base es una pasta crujiente rellena de mermelada de damasco, frutas confitadas maceradas en kirsch, cubierta de macaronade (la masa de los macarrones hecha con claras, azúcar y almendras) y luego horneada. En la ciudad encontrarás variedad de pastelerías para probarla.

Otro plato clásico son los rillets, tiras de cerdo desmenuzadas y cocidas en su propia grasa con sal, especias y, ocasionalmente, alguna bebida alcohólica. Ideal para untar y acompañar tostadas y bocadillos.

No puedes perderte el queso de cabra especial Sainte-maure de Touraine. Puedes comerlo solo o acompañando platos como ensaladas o tartas. Se lo distingue fácilmente por su forma cilíndrica atravesada por un palito de centeno que tiene los datos de su productor. En el mercado del barrio de Les Halles encontrarás éste y más productos locales.

En Tours podrás degustar los diferentes vinos de la región: tintos (chinon, bourgueil, saint-nicolas-de-bourgueil, touraine), blancos (vouvray, montlouis-sur-loire, touraine sauvignon ) y espumosos, según tu gusto. Puedes recorrer las bodegas del valle o disfrutar de una copa en los bares de la plaza Plumareau, el centro de encuentro local por excelencia.

Junto al puente que cruza el Loira prolongando la rue Nationale o calle Nacional, encontrarás La Guinguette de Tours, un extenso recorrido repleto de bares que acompaña al río, donde disfrutar del ambiente y la gastronomía local.

Qué ver

Tours es una ciudad magnífica que ofrece a sus visitantes variedad de propuestas y recorridos para realizar. Si caminas por la zona del Vieux Tours (antiguo Tours) verás hermosos edificios que datan de la Edad Media y casas de entramado de madera del siglo XV -también denominado colombage-, las mismas que encontrarás rodeando la plaza Plumereau. Esta plaza de forma rectangular está llena de bares y restaurantes, y es una cita obligada si visitas la ciudad.

Uno de los templos más importantes es la catedral de Saint Gatien, una de las más bellas de Francia. Está dedicada a San Graciano, el primer obispo de Tours. Su construcción se realizó en dos siglos, por lo que cuenta con varios estilos arquitectónicos: románico, gótico y renacentista. Junto a la catedral encontrarás el Museo de Bellas Artes, en el que podrás disfrutar de la colección de pinturas de Delacroix, Monet, Rembrandt, así como esculturas y otras obras que van desde la Edad Media hasta el siglo XX.

Otro paseo imprescindible es al santuario de San Martín de Tours, construido durante la época carolingia en el año 485, cuando era un importante centro de peregrinación. Del templo primitivo se conservan la torre reloj y la torre Carlomagno, desde la que puedes disfrutar de unas vistas únicas de la ciudad. Sobre la plaza San Jean Jaurès hallarás el Ayuntamiento y el Palacio de Justicia, dos edificios magníficos que no puedes dejar de visitar.

Paseando junto al río Loira podrás ver el Chateau de Tours, Patrimonio Mundial de la UNESCO, cuya construcción data del siglo XI y está rodeado por hermosos jardines. En su interior se encuentra el Museo de Arte de Turaine.

Si quieres hacer actividades diferentes, puedes subirte a un barco tradicional para disfrutar de un aperitivo mientras navegas por el río Loira, o agarrar una bici y pedalear por la ruta La Loire à Vélo para ver el valle del Loira.

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