Con el canal Beagle a sus pies y la cordillera de Los Andes a su espalda, Ushuaia es la única ciudad trasandina de Argentina. Si bien se hizo conocida entre los viajeros del mundo gracias a los cruceros que recorrían la Patagonia, hoy es un atractivo turístico por sí solo que invita a vivir unas vacaciones mágicas en cualquier momento del año.

Además de una interesante historia que contar, Ushuaia es el reino de los paisajes hermosos, nevados en invierno y despejados en verano. Y es que, sin importar el momento del año que sea, siempre tendrá una faceta increíble por descubrir.

Lejos de lo que se puede pensar, Ushuaia es un buen lugar para visitar durante todo el año, independiente de las temperaturas. Por supuesto que el invierno es mucho más frío y tiene pocas horas de luz, pero es ideal si lo que se busca es practicar deportes de invierno. En cambio, en verano los días pueden alcanzar hasta las 17 horas de luz y permite visitar todos los atractivos de la zona.

Dada su ubicación en la zona más austral del planeta, el clima en Ushuaia es frío, húmedo y con fuertes vientos durante todo el año. Mientras en invierno suele caer nieve y las temperaturas difícilmente sobrepasan los 2°C, en verano las máximas suelen fluctuar entre los 10°C y los 15°C. De todas maneras, Ushuaia es famoso por tener las cuatro estaciones en un solo día.

La cercanía con el canal Beagle hace de Ushuaia un lugar único en el mundo para probar los mejores productos marinos, donde la centolla y la merluza negra suelen robarse todas las miradas. Así, a los pescados y mariscos siempre frescos se le suma un clásico de la Patagonia, como lo es el cordero fueguino, asado lentamente.

En los restaurantes del centro de la ciudad se pueden probar todas estas preparaciones, pero también los platos clásicos de Argentina, reconocido a nivel mundial por sus cortes de carne. La herencia italiana siempre está presente, con deliciosos lugares para comer pizzas y pastas. 

Con una historia que comienza en 1884, la ciudad tiene algunos grandes atractivos que vale la pena visitar, como la Casa Beban, cercana a la hermosa plaza Islas Malvinas y el Museo del Fin del Mundo, que narra la historia de los orígenes de la ciudad y muestra parte de la riqueza natural de la zona. Cerca de este último está el Museo Marítimo y del Presidio, la antigua cárcel por la que pasaron importante personalidades políticas, junto a la cual se exhiben también algunos hallazgos y piezas de la historia de Ushuaia. 

Desde la ciudad se puede contratar un tour al Parque Nacional Tierra del Fuego, un espacio que mezcla mar, lagos, bosque patagónico y montaña, siendo el hábitat de cientos de especies de flora y fauna. El lugar ofrece senderos que recorren parte de sus atractivos, como lo son la Ensenada Zaratuegui, el lago Acigami y la bahía Lapataia. Para llegar a él también se puede tomar el Tren del Fin del Mundo, utilizado antiguamente por los presos de Ushuaia para explotar la madera de los bosques. Hoy, sus locomotoras y vagones restaurados recorren siete kilómetros rumbo al parque, convirtiéndose en un panorama imperdible.

Es imposible hablar de Ushuaia sin referirse al canal Beagle, un ícono de la geografía austral que se puede navegar a bordo de catamaranes. La mayoría de los recorridos dura tres horas y pasa por las islas de Los Pájaros y de Los Lobos, el Faro Les Eclaireurs y la isla Karelo, donde se suele desembarcar. 

Otro atractivo natural es el glaciar Martial, que se puede apreciar desde la ciudad. Se ubica a sólo 7 kilómetros de Ushuaia y, además de realizar la ruta de trekking que llega hasta él, sus alrededores ofrecen actividades como cabalgatas, canopy y deportes de invierno. Sin embargo, uno de los grandes lugares para los aficionados al ski y el snowboard es el centro invernal de cerro Castor, conocido por tener la pista de ski más austral del mundo.