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Valencia

Valencia
Historia milenaria, arquitectura vanguardista y playas mediterráneas. Valencia es todo esto y más. Ubicada en la costa este de España y gundada por los romanos en el año 138 a.C., Valencia ha sido moldeada por diversas culturas, desde los musulmanes hasta los cristianos, dejando huellas en su arquitectura, gastronomía y tradiciones. La ciudad alberga la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un icónico complejo arquitectónico y cultural, el mercado central modernista, y la famosa catedral que guarda el Santo Cáliz, que muchos creen ser el Santo Grial. Este contraste entre lo antiguo y lo moderno ha hecho de Valencia, la cuna de la paella, un destino turístico reconocido mundialmente.

Cuándo ir

Valencia goza de un clima mediterráneo, lo que hace que sea ideal visitarla casi todo el año. Sin embargo, los meses más recomendados son de marzo a junio y de septiembre a octubre, cuando las temperaturas son más agradables. Una fecha especial para visitar la ciudad es durante marzo, ya que se celebran las famosas Fallas de Valencia, del 14 al 19 de marzo, una fiesta declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. En esta celebración, la ciudad se llena de enormes figuras de cartón y madera que representan escenas satíricas y que son quemadas en la “Cremà” para despedir el invierno y dar la bienvenida a la primavera. Otro evento importante es la Feria de Julio, donde el verano se llena de conciertos, desfiles de flores y fuegos artificiales.

Clima

El clima de Valencia es generalmente cálido y soleado. Durante el verano, entre junio y agosto, las temperaturas suelen oscilar entre los 25°C y 35°C, con días soleados perfectos para disfrutar de la playa. El invierno es suave, con temperaturas entre 10°C y 18°C de diciembre a febrero, lo que permite actividades al aire libre durante todo el año. La primavera y el otoño traen temperaturas frescas y agradables, entre los 15°C y 25°C, aunque las lluvias son más frecuentes en octubre, haciendo de este mes el más húmedo del año.

Gastronomía

Valencia es famosa mundialmente por ser la cuna de la paella, el plato de arroz cocido a fuego lento en una sartén ancha y baja, que tradicionalmente se prepara con conejo, pollo, judías verdes o vainitas y garrofó, un tipo de alubia típica de la región. Otros platos icónicos incluyen el arroz a banda, cocido en un caldo de pescado, y el fideuá, una variante de la paella hecha con fideos en lugar de arroz. Además, no se puede dejar de probar la horchata de chufa, una bebida refrescante ideal para el verano, acompañada de fartons, un pan dulce para mojar.

La ciudad cuenta con restaurantes emblemáticos donde se pueden probar estos manjares, como “La Pepica”, frecuentado en años de gloria por el escritor Ernest Hemingway, y “Casa Roberto”, donde preparan paellas siguiendo recetas tradicionales. 

Qué ver

La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia es un universo en sí misma, una joya futurista en pleno corazón de la ciudad que parece salir de una película de ciencia ficción. Al cruzar sus pasarelas y adentrarse en sus espacios, se siente uno atrapado en un entorno de asombro y descubrimiento. El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe invita a explorar el conocimiento de una manera interactiva, mientras que el Hemisfèric, con su icónica forma de ojo, nos sumerge en planetas lejanos y aventuras cinematográficas. En el Oceanogràfic, el acuario más grande de Europa, los ecosistemas submarinos de todo el mundo se despliegan en un ballet de colores y formas hipnóticas, con tiburones y mantarrayas como protagonistas.

Sumergirse en el Casco Antiguo de Valencia es retroceder en el tiempo y caminar por las huellas de siglos de historia. La majestuosa Catedral de Valencia se presenta imponente, custodiando el Santo Cáliz en su interior y el acceso a la torre El Miguelete, desde donde se puede contemplar la ciudad desde las alturas. A pocos pasos, la Plaza de la Virgen, siempre viva y vibrante, es el corazón del casco antiguo, un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan. Los muros de la Lonja de la Seda, Patrimonio de la Humanidad, cuentan historias de comercio y esplendor, y entre sus arcos y columnas góticas es fácil dejarse llevar por la nostalgia de un tiempo en el que Valencia era uno de los centros comerciales más importantes de Europa.

El Mercado Central Modernista, tanto en su arquitectura como en su vibrante vida interior, representa una parada imperdible. Con una estructura de hierro y vidrio y una cúpula que baña de luz natural los coloridos puestos de frutas, verduras, carnes y mariscos, este mercado es una verdadera fiesta para los sentidos. Los aromas de especias y productos frescos se mezclan en el aire, invitando a probar los sabores más auténticos de Valencia. Entre tapitas de jamón serrano y aceitunas, se descubre una Valencia que vive y se saborea.

Por su parte, el Jardín del Turia es el pulmón verde de Valencia, un oasis que recorre la ciudad en el antiguo cauce del río Turia. Con senderos para caminar, correr o andar en bicicleta, y espacios para el descanso o el juego, este parque es un respiro para los valencianos y un refugio para quienes buscan un momento de tranquilidad. Entre sus frondosos árboles y jardines se alza el Palau de la Música, donde las notas de los conciertos resuenan entre el follaje. 

Y para quienes buscan algo más salvaje, el Bioparc ofrece una experiencia única: sumergirse en los ecosistemas africanos sin salir de Valencia, observando a los animales en hábitats que replican sus condiciones naturales.

Otra visita importante es la del Museo Fallero de Valencia, un tributo a la fiesta más emblemática de la ciudad y un espacio donde la pasión y creatividad de las Fallas se mantiene viva todo el año. Los ninots, esas figuras que logran escapar de las llamas gracias al voto popular, se exhiben con orgullo. Cada figura es una pequeña obra de arte, una crítica social y un reflejo de la realidad. 

Playas

La Playa Cabanyal combina el encanto marinero con la modernidad, ofreciendo un espacio donde relajarse al borde del mar. Sus aguas tranquilas son perfectas para un refrescante baño, mientras que el paseo marítimo te lleva a saborear las delicias locales en sus chiringuitos y restaurantes. Justo al lado, el barrio de El Cabanyal despliega su identidad bohemia con casas de colores y un ambiente acogedor que invita a pasear y conocer el auténtico estilo de vida valenciano.

La Playa de la Malva-Rosa, con su extensa franja de arena dorada y su vibrante paseo marítimo, es uno de los sitios favoritos para quienes buscan el equilibrio entre playa y gastronomía. Los visitantes no solo pueden disfrutar del mar, sino también de una auténtica paella en los restaurantes que bordean la playa. La vida nocturna también encuentra su lugar en Malva-Rosa, donde los bares cobran vida al atardecer, convirtiéndose en epicentros de música y buen ambiente.

Otro refugio natural es Playa El Saler, donde las dunas y la vegetación autóctona crean un ambiente de serenidad y conexión con la naturaleza. A diferencia de otras playas más urbanas, El Saler es sinónimo de desconectar y disfrutar del entorno del Parque Natural de la Albufera. Sus aguas son ideales para quienes practican windsurf, y el cercano lago de la Albufera ofrece la oportunidad de un paseo en bote para admirar el atardecer, considerado uno de los más bellos de la región.

La Playa de la Patacona, un poco más al norte, atrae con su aire bohemio y su ambiente relajado. Las cafeterías y horchaterías son la parada ideal para degustar una refrescante horchata de chufa, la bebida tradicional valenciana que se disfruta especialmente en los calurosos días de verano. La Patacona ofrece un equilibrio perfecto entre el relax y el movimiento, y es ideal para quienes buscan un ambiente más tranquilo sin alejarse demasiado del centro de Valencia.

Por su parte, Playa Pinedo, semiurbana y tranquila, es un rincón perfecto para quienes buscan escapar de las multitudes. Con una zona dedicada al naturismo y restaurantes donde se puede disfrutar de deliciosos platos de mariscos frescos, la Pinedo ofrece una experiencia variada y auténtica, donde el viajero puede disfrutar tanto de la libertad de un entorno natural como de las delicias de la gastronomía local.

Compras

Valencia es un excelente destino para los amantes de las compras, ofreciendo desde boutiques de diseño hasta mercados tradicionales. El Mercado de Colón es ideal para comprar productos gourmet y artesanías locales. Para artículos de moda y diseño, la calle Colón y la Gran Vía (no confundir con la de Madrid) albergan tiendas de marcas internacionales y locales. 

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