Valle de Colchagua
Ubicado a sólo 150 kilómetros al sur de Santiago, en la Región de O'Higgins, el valle de Colchagua es una de las zonas que produce el mejor vino de Chile y el mundo. En sus viñedos se producen cepas como Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Carmenere y Malbec, creando deliciosos resultados que se pueden probar al recorrer la famosa Ruta del Vino.
Pero, más allá de uvas, bodegas y guarda, el valle de Colchagua es una zona rica en tradición chilena, que invita a viajar en el tiempo a través de sus museos, pueblos pintorescos y estilo de vida.
Cuándo ir
El valle de Colchagua se puede visitar durante todo el año, aunque lo mejor es hacerlo en los meses más cálidos, que van desde septiembre hasta abril. Sin duda, los amantes del vino prefieren hacerlo en marzo, época durante la cual se lleva a cabo la vendimia.
Clima
El clima en el valle de Colchagua es de tipo mediterráneo, por lo que las estaciones del año están muy definidas. En verano las temperaturas suelen alcanzar agradables 28°C durante el día, con noches frescas pero no muy heladas. Por su parte, la temporada fría transcurre entre mayo y agosto, época en la que se concentra la mayor cantidad de lluvias.
Gastronomía
El valle de Colchagua destaca por su gastronomía tradicional chilena, que muchos restaurantes han tomado para incluirle un toque gourmet o fusión. Además, por la excelente calidad de los vinos de la zona, es posible encontrar todo tipo de platos para maridarlos: carnes, pescados, mariscos e, incluso, exquisita repostería.
La mayoría de las viñas del valle ofrece restaurantes de primer nivel, con especialidades creadas en conjunto con destacados sommeliers, para dar origen al maridaje perfecto.
Qué ver
Para comenzar a conocer el valle de Colchagua, lo mejor es partir por Santa Cruz, el epicentro urbano de la zona. Allí se encuentra el Museo de Colchagua, con exhibiciones que crean un viaje en el tiempo a 600 millones de años atrás, a través de muestras paleontológicas y objetos que van trascendiendo hasta la historia del siglo XX. Además, cuenta con pabellones temáticos entre los que destaca "El Gran Rescate", dedicado a los 33 mineros de Atacama. Por otro lado, si la idea es quedarse una noche ahí, vale la pena conocer el casino, ubicado en la plaza principal del pueblo.
A pocos kilómetros se halla el pueblo de Lolol, considerado típico por sus orígenes precolombinos. Se puede recorrer en medio día, paseando por sus casas tradicionales de adobe y, sobre todo, degustando su deliciosa gastronomía local, probando también deliciosos vinos de producción propia.
Más allá de eso, en el valle de Colchagua todo gira en torno al vino. Y viñas hay muchísimas, pero una de las imperdibles es Santa Cruz; allí se encuentra el famoso teleférico que culmina en el cerro Chamán, donde se ha construido una réplica de viviendas típicas de los pueblos Aymara, Mapuche y Rapa Nui. Además, en la viña está al Museo del Automóvil, que guarda una colección de 50 autos de diversas épocas.
Y, por último, lo que todos llegan a buscar al valle de Colchagua: la Ruta del Vino. Esta agrupación reúne a distintas viñas -Montes, Laura Hartwig, Estampa, MontGras, Casa Silva, Cono Sur, Viñedos Orgánicos Emiliana, Luis Felipe Edwards, Viu Manent, Casa Lapostolle, Bisquertt, Los Vascos, Hacienda Araucano y Siegel-, las cuales ofrecen tour por sus viñedos y bodegas, además de exquisitas degustaciones de vino.
Todos los años, entre febrero y mayo -y sobre todo en marzo, cuando se realiza la famosa Fiesta de la Vendimia-, las viñas realizan la vendimia, el período durante el cual cosechan y pisan las uvas, invitando a los amantes del vino a participar en el proceso.