Valparaíso
En 2003, Valparaíso fue
declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y es que, tras la
inmigración europea que trajo a británicos y alemanes durante el siglo XIX, la
ciudad cuenta con un conjunto arquitectónico invaluable en torno al cual se ha
creado una oferta cultural única en la región.
Desde el plano hasta los
cerros, cada rincón de Valparaíso tiene un encanto especial. Pasear en sus
ascensores, mirar el puerto desde los paseos, detenerse en cada esquina a mirar
el panorama y disfrutar del aire portuario son parte de su particular encanto.
Cuándo ir
Los mejores meses para viajar a
Valparaíso son entre diciembre y marzo, pues son los meses de verano, cuando
suben las temperaturas. De todas maneras, quienes no busquen en la ciudad un
destino de sol y playa también pueden visitarla el resto del año, pues el clima
es bastante agradable.
Clima
Valparaíso goza de un clima
templado y cálido gracias a la acción moderadora del mar. En verano los
termómetros suelen alcanzar los 25°C, con mañanas bastante nubladas que
comienzan a despejar al mediodía. En invierno, en cambio, las máximas no pasan
más allá de los 15°C, con días bastante nublados y posiblemente lluviosos.
Gastronomía
Valparaíso es el reino de los
pescados y mariscos. En la famosa caleta Portales es posible abastecerse de
todo tipo de productos del mar, que luego se pueden probar en los diferentes
restaurantes de la ciudad. No existe una sola forma de prepararlos, pues las
técnicas gastronómicas son infinitas.
Por otro lado, un clásico
porteño es la emblemática chorrillana. Este particular plato nació en el
restaurante J Cruz, un antiguo rincón de encuentro universitario, como una
opción para que los comensales no se embriagaran tan rápido. Así se originó
esta deliciosa preparación que lleva papas fritas, carne, cebolla y huevo
frito. Todo un imperdible de Valparaíso.
En el plano de la ciudad
existen también restaurantes de larga data, que han marcado el paso de la
historia de Valparaíso. En ellos es posible encontrar también platos típicos
chilenos, sándwiches abundantes y muy buenas cervezas, en un entorno familiar
donde se pueden pasar horas conversando.
Por otro lado, con el auge
cultural que han adquirido sus cerros, Valparaíso ha visto cómo ha crecido la
oferta gastronómica en lugares como el cerro Alegre, Concepción y Cárcel, entre
otros.
Qué ver
El llamado “plano” de
Valparaíso hace referencia a la zona baja, entre los cerros y el puerto de la
ciudad. Se trata de un entramado de calles entre las que se alzan diversos
íconos, como el Congreso Nacional, la famosa plaza Victoria, el Arco Británico
y la plaza Sotomayor.
Ésta última es considerada el
corazón del centro cívico, con el Edificio Armada de Chile como telón de fondo
y el Monumento a los Héroes de Iquique en el medio de la plaza, donde descansan
los restos de Arturo Prat. Además, a sólo un par de cuadras se encuentra el
muelle Prat, desde donde zarpan lanchas para dar paseos por la bahía.
Una vez recorrido el plano, es
la hora de los cerros. Antiguamente eran más de 30 ascensores los que
conectaban la parte baja de Valparaíso con las zonas más altas, pero hoy sólo
cerca de diez de ellos se encuentran en funcionamiento, privilegiando así
aquellos que alcanzan los cerros más turísticos.
El principal es, sin duda, el
cerro Alegre. Para subir se puede acceder a través del ascensor El Peral, que se
halla justo en la plaza Sotomayor. Este cerro es el más turístico de toda la
ciudad y está lleno de hermosas casonas elegantes que construyeron los
inmigrantes ingleses durante el siglo XIX. Vale la pena comenzar recorriéndolo
por el paseo Yugoslavo, donde se alza el Palacio Baburizza –donde funciona el
Museo de Bellas Artes– y el Palacio Astoreca, para luego perderse en su
laberinto de calles. Todas ellas están llenas de vida, con hermosos murales, cafeterías,
restaurantes, tiendas de diseño, galerías de arte, espectáculos callejeros y
mucho más.
Ya sea caminando por el cerro o
subiendo por el ascensor Concepción, se alcanza este cerro del mismo nombre. Fue
el lugar escogido por inmigrantes británicos y alemanes para instalarse, construyendo
hermosas casonas que aún hoy siguen en pie. Por eso mismo en este lugar se
encuentra la iglesia Anglicana Saint Paul y la iglesia Luterana de la Santa
Cruz, muy cerca una de la otra.
Un imperdible del cerro
Concepción es el Paseo Gervasoni, bordeado por hermosas casonas con bow windows e impresionantes vistas al
puerto. Allí, además, se alza el Museo Mirador de Lukas, que guarda una gran
colección del dibujante Renzo Pecchenino, y también el antiguo Café Turri. Otro
punto para conocer es el Paseo Atkinson, con su entretenida feria de artesanos
al aire libre y hermosas vistas al Cementerio n° 1 de Valparaíso.
Éste se ubica en el vecino
cerro Panteón y es considerado Monumento Histórico de Chile por la belleza del
lugar. En él es posible caminar entre tumbas y mausoleos pertenecientes a las
familias más pudientes de la época dorada del puerto de Valparaíso, con
hermosas vistas al mar.
A pasos del cementerio se
encuentra el cerro Cárcel. Su nombre se lo debe a que en él se encuentra la ex
Cárcel Pública de Valparaíso, un lugar que recluyó a presos políticos entre los
años 1973 y 1990. Hoy, el lugar ha sido convertido en el Parque Cultural de
Valparaíso, un lugar de reunión y encuentro para diversas exhibiciones.
Algo más alejado de los cerros
turísticos, justo en el Edificio Aduana, se encuentra el ascensor Artillería,
que conduce al cerro del mismo nombre; en el trayecto es posible ver de cerca
la famosa casa de color lila y techo rojo que se ha vuelto toda una postal del
puerto. Al llegar se encuentra el Paseo 21 de Mayo, donde se encuentra el Museo
de La Armada y un hermoso mirador hacia la bahía.