Blog
Expan Pro Blog
Italia

Venecia

Venecia
Quien diga que Venecia es un cliché, probablemente esté en lo correcto. Sin embargo, eso mismo lo convierte en una ciudad que cumple lo que promete. El romanticismo de un paseo en góndola, perderse recorriendo los callejones de sus barrios y no dejar de encantarse con cada rincón, comer deliciosas pizzas y pastas, o simplemente pasar media hora admirando la vista del Gran Canal, hacen de éste un destino soñado.

Cuándo ir

No hay mejor época para visitar Venecia que entre los meses de abril y septiembre, entre primavera y otoño. La temporada de verano suele ser muy calurosa y de alta circulación turística, por lo que los precios pueden subir. Por su parte, desde octubre se puede producir el fenómeno del Acqua Alta, que suele inundar la ciudad por las altas mareas de la laguna.

Clima

En Venecia los inviernos son bastante fríos, con máximas que no suelen superar los 7°C y altas probabilidades de lluvia y viento, un desagradable fenómeno climático conocido localmente como siroco. Por otro lado, la ciudad goza de veranos cálidos, en los que los termómetros promedian agradables 28°C. 

Gastronomía

Venecia es ampliamente famosa por sus buenas pizzas y pastas, con trattorias que varían según todos los gustos y bolsillos. Por su parte, las rosticcerias son un clásico, ideales para probar varios platos en formato buffet. Además, la ciudad es famosa por sus helados y pasteles.

Lugares para comer existen en toda la isla, aunque debes considerar que los que rodean la plaza de San Marcos pueden ser bastante costosos. 

Qué ver

Venecia no sería nada sin la famosa Plaza de San Marcos, el corazón de la ciudad. Estés donde estés, siempre encontrarás letreros indicándote qué camino seguir para llegar hacia ella. ¿Qué la hace tan emblemática? Simplemente, el hecho de que en ella se encuentren la impresionante Basílica de San Marcos y el Palazzo Ducale. Para acceder a la iglesia hay que pagar unos pocos euros, que bien valen la pena si de apreciar las riquezas del arte y sus cinco cúpulas se trata. A un costado de la basílica, el Campanario de San Marcos se alza dominante sobre la ciudad, con sus 99 metros de altura y el mirador en lo alto, al que se accede por un ascensor.

Por su parte, el Palazzo Ducale funcionó como el centro político de Venecia, con una mezcla de estilos que emboban a cualquiera que se lo quede mirando. Es posible visitarlo por dentro, aunque la entrada tiene un costo algo elevado, pero incluye una pasada por el interior del icónico Puente de los Suspiros, que lo unía con el calabozo. 

Otro emblema veneciano es el Puente de Rialto, con las más hermosas vistas del Gran Canal y los edificios que lo rodean. Quedarse parado allí admirando esta postal histórica es todo un panorama. Además, muy cerca se encuentra el Mercado de Rialto, perfecto para conocer la idiosincracia culinaria local.

Pero, volviendo al Gran Canal, no hay nada como recorrerlo navegando. Para ello hay dos opciones: la primera es, por supuesto, a bordo de una góndola, los clásicos botes venecianos que, durante media hora, recorren éste y varios otros pequeños canales de la ciudad, pasando por varios de los 353 puentes de Venecia. Pero, si se busca una opción más económica, también están los vaporettos, que cumplen las labores de taxis en la isla.

Al norte de Venecia está la zona de Cannaregio, conocido por ser el primer gueto de Europa nacido en 1516, convirtiéndose actualmente en uno de los barrios más entretenidos y auténticos de la ciudad. Es, sin duda, uno de los barrios que hay que recorrer para deleitarse con la clásica arquitectura que uno imagina en esta parte de Italia, con callejones, cientos de canales y una buena oferta gastronómica.

Galería de imágenes

Mapa

Hoteles relacionados

Actividades