Hoy en día el estado es un crisol de culturas en el que convergen influencias indígenas, españolas y africanas que son visibles en su gastronomía, arquitectura y tradiciones. Un viaje a Veracruz combina historia y cultura; un lugar que vale la pena visitar si tienes la oportunidad.

Los meses de diciembre a febrero son la mejor época para visitar Veracruz, cuando el clima es fresco y hay menos lluvias. Durante este tiempo, además, se celebra el Carnaval de Veracruz, uno de los eventos más importantes de la ciudad.

El clima en Veracruz es en general cálido y húmedo. La temperatura promedio anual es de alrededor de 25 °C, con variaciones estacionales mínimas. Los meses más cálidos son de mayo a septiembre, con temperaturas diurnas que pueden superar los 30 °C. Durante estos meses, es común que haya lluvias y tormentas tropicales, especialmente en agosto y septiembre. Los meses más frescos y secos son de diciembre a febrero, con temperaturas diurnas de 24 °C y noches más frescas.

La comida del estado de Veracruz es una de las más distintivas de México, donde los marisco, el pescado y las especias son el sello distintivo. El pescado a la veracruzana, preparado en salsa de tomate picante, es una de las especialidades que debes probar, junto con el arroz a la tumbada, un arroz caldoso con mariscos que se parece mucho a una paella, y el cóctel de mariscos "vuelta a la vida" que, tal como dice su nombre, levanta a cualquiera.

También son típicos los chiles veracruzanos (rellenos de carne o queso), el chilpachole (una sopa de pescado o marisco), las picaditas jarochas (tortilla con salsa, carne, queso y crema), los camarones al coco, los tamales, los ostiones a la diabla (con salsa picante, y gratinados) y la carne de chinameca (carne adobada y picante).

Los restaurantes se concentran principalmente en el área del centro histórico y en la zona costera del Malecón. En la primera encontrarás una gran variedad de opciones, desde pequeños puestos hasta restaurantes más elegantes donde probar comida regional y también italiana, española y japonesa. En la zona costera, además de disfrutar de vistas impresionantes del golfo de México, muchos de los restaurantes se especializan en mariscos y pescados.

La Ciudad de Veracruz es la más poblada del estado, además de tener una importancia fundamental para México al ser el puerto marítimo más importante del país. Puedes empezar caminando por el malecón, un relajante recorrido junto al mar con las islas Cancuncito, de los Sacrificios y Pájaros a la vista. Podrás observar a la gente local, ver a los artistas callejeros o comprar productos tradicionales como una hamaca o una guayabera (camisa tropical). Te cruzarás con el mayor puerto de México y algunos edificios y monumentos representativos de la ciudad, como el faro Venustiano Carranza, inaugurado en 1910, y el monumento Centinelas de la Patria, que conmemora a una de las defensas de la ciudad contra los estadounidenses. Unas cuadras hacia adentro, encontrarás el Baluarte de Santiago, los últimos restos en pie de la muralla defensiva que protegía a la ciudad.

Si quieres ver la auténtica vida social de la ciudad, no puedes perderte el Zócalo o plaza de Armas, el principal centro social de la ciudad. Tanto si comienzas el día allí con un desayuno en uno de los muchos cafés al aire libre, como si te acercas al atardecer para bailar al ritmo de la música, ya sea marimba o danzón, podrás sentir la alegría y amabilidad de la gente.

Ubicado en la isla Gallega, una pequeña isla aledaña al puerto, el fuerte San Juan de Ulúa fue construido por los españoles al mando de Hernán Cortés para proteger a la ciudad de los continuos ataques piratas. Durante cientos de años, San Juan de Ulúa fue la principal fortaleza militar del Imperio Español en América. Tras la independencia de México, en el siglo XIX la fortaleza se convirtió en una de las prisiones más temidas del país.

Del otro lado de la ciudad, al sur de Veracruz, en el suburbio Boca del Río hay una extensa zona de manglares que puedes recorrer en lancha, desde la boca del río Jamapa hacia el interior.

La histórica localidad de La Antigua, a menos de 30 kilómetros de Veracruz, es un interesante viaje en el tiempo, ya que fue el primer asentamiento definitivo de los colonizadores españoles en América continental. Por este motivo hay algunas de las construcciones coloniales más antiguas del país, como la casa de Hernán Cortés y la ermita del Rosario levantada en 1523, uno de los templos cristianos más antiguos del continente aún en pie. Muchas ruinas están tomadas por árboles enormes, cubriéndolas como si fueran pulpos.

Si sigues 20 kilómetros en dirección norte, encontrarás la zona arqueológica Zempoala, que resguarda los restos de un importante asentamiento totonaca del año 1200. En su momento tenía murallas defensivas, canalizaciones subterráneas de agua y desagüe, y en sus templos se celebraban sacrificios humanos. Hoy es un lugar verde y tranquilo que merece la pena visitar.

El estado de Veracruz alberga varios "pueblos mágicos". A los pies de la Sierra Madre se encuentran Xalapa, Xico y Coatepec, muy cerca uno del otro. Coatepec, además de disfrutar de un ambiente relajado y un hermoso patrimonio arquitectónico, es conocido por su riquísimo café que mueve su economía y aromatiza sus calles, y que a fines del siglo XIX la convirtió en una de las ciudades más prósperas. Desde Xico, por su parte, puedes visitar la espectacular cascada de Texolo, de 80 metros de altura, y la cascada de la Monja.

Orizaba, a 130 kilómetrps de la ciudad de Veracruz, es otro de los pueblos mágicos de México, que se entiende fácilmente al contemplar el colorido casco histórico, su gran variedad de museos y parques, el río que cruza por las calles empedradas, su clima templado y la presencia siempre visible del nevado pico de Orizaba, el más alto del país. Una vez en Orizaba, subir en teleférico al cerro del Borrego es una de las mejores cosas para hacer. Desde lo alto vas a tener hermosas vistas de la ciudad enmarcada por cerros, y varios senderos, por lo que una buena opción es subir en el teleférico y bajar caminando.

Tlacotalpan es otro destino que puedes visitar, a solo 90 kilómetros al sur de la ciudad de Veracruz. Es una pequeña y pintoresca ciudad a orillas del río con una marcada influencia caribeña. Su centro histórico de casitas color pastel fue declarado Patrimonio de la Humanidad.