Día Mundial del Turismo: Acciones y prácticas para viajes más sustentables

Cada 27 de septiembre, el mundo celebra el Día Mundial del Turismo, una fecha instaurada por la Organización Mundial del Turismo (OMT), ahora conocida como ONU Turismo, en 1980 para concienciar sobre la importancia económica, social y cultural del turismo y, al mismo tiempo, promover un desarrollo que respete el medio ambiente y a las comunidades locales.
La creación del Día Mundial del Turismo se originó para recordar la aprobación de los estatutos de la OMT en los años setenta. Pero, en tiempos de cambio climático, este día cobra más relevancia que nunca, invitando a repensar la manera en que viajamos y a impulsar viajes más sustentables.
El turismo genera millones de empleos y representa cerca del 10 % del PIB mundial, pero también es responsable de un importante consumo de energía, agua y recursos naturales. La aviación comercial aporta alrededor del 3 % de las emisiones globales de CO₂, mientras que los grandes destinos turísticos enfrentan problemas de sobreexplotación, generación de residuos y pérdida de biodiversidad.
Por esos datos y otros motivos, la sostenibilidad dejó de ser una tendencia para convertirse en una necesidad: sin ecosistemas sanos ni comunidades fortalecidas, simplemente no habrá turismo que disfrutar.
Día Mundial del Turismo: Las acciones verdes de las aerolíneas
La aviación es uno de los sectores más desafiantes en materia de emisiones. Sin embargo, las aerolíneas han comenzado a replantear su modelo con medidas concretas que abarcan desde la tecnología hasta la eficiencia operativa.

Muchas compañías invierten en combustibles de aviación sostenibles (SAF), elaborados a partir de residuos orgánicos o procesos sintéticos que reducen hasta un 80 % las emisiones en comparación con el queroseno tradicional.
Al mismo tiempo, los avances en inteligencia artificial (IA) permiten optimizar rutas de vuelo para disminuir el consumo de combustible, evitando trayectorias con turbulencias y zonas que favorezcan la formación de estelas de condensación, responsables de un significativo efecto de calentamiento.
La renovación de flotas también se ha convertido en una prioridad: aviones más ligeros y motores de última generación consumen menos energía por pasajero y requieren un mantenimiento más eficiente. A estas estrategias se suman programas de compensación de carbono, en los que se invita a los pasajeros a neutralizar su huella financiando proyectos de reforestación o energías renovables, y políticas de logística que reducen el peso innecesario a bordo, minimizando así el gasto de combustible.
Hoteles: Alojamientos y agentes de cambio
Los hoteles también están transformando su manera de operar para alinearse con las metas de sostenibilidad. En lugar de limitarse a ofrecer habitaciones, cada vez más cadenas buscan certificaciones verdes, como Green Key o EarthCheck, que avalan prácticas responsables en el uso de energía, agua y recursos. Estas certificaciones exigen auditorías constantes y estándares estrictos, lo que impulsa una mejora continua.

En su gestión diaria, muchos establecimientos implementan iluminación LED, sensores de movimiento, sistemas de climatización inteligentes y técnicas de reutilización de aguas grises para riego o sanitarios, además de techos verdes y jardines que ayudan a regular la temperatura y a disminuir la huella de carbono.
Paralelamente, se trabaja en la reducción de plásticos de un solo uso y en la lucha contra el desperdicio de alimentos mediante software que monitoriza el consumo y permite ajustar las cantidades preparadas.
Lejos de ser meros espectadores, los huéspedes son parte activa de este cambio: se les anima a reutilizar toallas, apagar luces y participar en programas de reciclaje, convirtiendo cada estadía en un acto de conciencia ambiental.
Políticas de los destinos para un turismo regenerativo
Los gobiernos y las autoridades locales desempeñan un papel fundamental para que la sostenibilidad turística se consolide. Cada vez más países integran al turismo en sus planes nacionales de acción climática y exigen a las empresas reportar consumos de agua, energía y emisiones.

Se promueven regulaciones que obligan a los alojamientos a incorporar energías renovables, a gestionar sus residuos y a obtener certificaciones ambientales, a la vez que se ofrecen incentivos fiscales y créditos verdes para quienes invierten en tecnología limpia.
En el ámbito del transporte, muchas naciones apuestan por trenes de alta velocidad, redes de autobuses eléctricos y ciclovías para reducir la dependencia del automóvil y de los vuelos de corta distancia. También se implementan estrategias de gestión de carga turística: ciudades patrimoniales como Venecia o destinos naturales como las Islas Galápagos han establecido cupos de visitantes y sistemas de reserva previa para proteger sus ecosistemas.
Estas acciones no solo preservan el medio ambiente, sino que también generan un impacto social positivo, convirtiendo al turismo en una herramienta de desarrollo sostenible.
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Día Mundial del Turismo: El rol de los viajeros
En distintas partes del mundo surgen ideas creativas que demuestran que un turismo responsable es posible, especialmente durante el Día Mundial del Turismo. Copenhague, por ejemplo, ha lanzado el programa CopenPay, que premia a los visitantes que usan transporte público o participan en limpiezas de playas con descuentos en museos y cafeterías.

Por su parte, Costa Rica, pionera en ecoturismo, protege más del 25% de su territorio y ofrece experiencias inmersivas en reservas biológicas. Mientras tanto, Japón impulsa el turismo ferroviario con su red de trenes bala, que permite recorrer grandes distancias con emisiones mucho menores que un avión.
Si bien las empresas y los gobiernos tienen una gran responsabilidad, los viajeros también son protagonistas del cambio. Cada decisión que tomamos antes y durante un viaje puede marcar la diferencia, como usar botellas y bolsas reutilizables, rechazar envases innecesarios y separar los residuos siempre que sea posible para disminuir el volumen de basura generada en los destinos.
Optar por medios de transporte de menor huella, como trenes o buses en trayectos cortos, y elegir vuelos directos o con una conexión como máximo, contribuye a reducir emisiones. Hospedarse en alojamientos con certificaciones ambientales asegura que nuestro dinero apoye a empresas comprometidas con el planeta.
El Día Mundial del Turismo nos lleva a reflexionar sobre el futuro de los viajes y a comprometernos con un modelo que conserve lo que nos inspira a movernos: la naturaleza, la cultura y las personas. ¿Qué huella queremos dejar en el planeta mientras descubrimos sus maravillas? La respuesta y la acción están en nuestras manos.
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