El lado lujoso de Cusco y Machu Picchu con hoteles Belmond
Existe una manera única de descubrir la historia y el esplendor de Cusco y Machu Picchu: Hacerlo con el sello de lujo de los hoteles Belmond.
En la antigua capital del Imperio inca y en una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, esta cadena ha creado una colección de alojamientos de lujo para esta experiencia de viaje en Perú.
En Cusco, cada piedra y cada muro cuentan una historia que mezcla los ecos del Tahuantinsuyo con la herencia colonial. La Plaza de Armas, los templos incas y los conventos convertidos en obras de arte arquitectónicas reflejan el alma de una ciudad que sigue latiendo entre los siglos. Desde aquí, el viaje continúa hacia Machu Picchu, el legendario santuario oculto entre montañas y nubes.
Cada uno de los siguientes hoteles, en Cusco, Machu Picchu y el Valle Sagrado, representa una forma distinta de vivir la magia andina, con el contraste del lujo con el entorno cultural y natural que los rodea.
Palacio Nazarenas, Cusco
En el corazón de Cusco, detrás de una fachada colonial que respira historia, se esconde el Palacio Nazarenas, un antiguo convento transformado en uno de los hoteles más exquisitos de Sudamérica. Cada rincón evoca el encanto del pasado: los muros de piedra inca, los frescos coloniales, los patios con flores perfumadas, pero su interior brilla con un diseño moderno que combina arte, lujo y confort.
Las suites, enriquecidas con oxígeno para la aclimatación, son verdaderos castillos del descanso, donde los detalles artesanales cusqueños conviven con las amenidades exclusivas. El hotel cuenta además con la única piscina climatizada al aire libre de Cusco.
Pero el alma del Palacio Nazarenas se saborea en Mauka, su innovador restaurante dirigido por Pía León, una de las chefs más reconocidas del Perú y del mundo. Su propuesta celebra la biodiversidad del territorio andino a través de una cocina que rinde homenaje a los productos locales y las tradiciones ancestrales.
Hotel Monasterio, Cusco
A solo unos pasos del Palacio Nazarenas, el Hotel Monasterio lleva a los viajeros a vivir una experiencia espiritual. Ubicado en un antiguo monasterio del siglo XVI, este hotel es una joya de la arquitectura barroca cusqueña, sinónimo de arte sacro, serenidad y gastronomía peruana de primer nivel.
Sus pasillos dorados guardan obras de arte virreinal, mientras la música andina flota en el aire. En el patio central, un cedro andino de más de 300 años se presenta como símbolo de permanencia y sabiduría, mientras los visitantes disfrutan de un pisco sour.
Las suites del Monasterio, decoradas con textiles de alpaca y materiales barrocos, invitan al descanso después de un día explorando Cusco. Algunas cuentan con patios privados o terrazas desde donde se percibe esa calma espiritual que caracteriza al lugar.
Sanctuary Lodge, Machu Picchu
El privilegio de dormir junto a una maravilla del mundo. En el lugar más místico del Perú, justo a los pies de la Ciudadela Inca, se encuentra el Sanctuary Lodge, el único hotel ubicado junto a Machu Picchu. Hospedarse aquí es acceder a una experiencia única: ser los primeros en ingresar a las ruinas al amanecer.
Rodeado de una naturaleza subtropical exuberante, este refugio combina el confort contemporáneo con la espiritualidad del entorno. Sus jardines son un santuario natural, y su restaurante ofrece desayunos con vistas al sitio arqueológico y una gastronomía inspirada en los sabores de la selva peruana.
En el Sanctuary Lodge, Belmond no solo ofrece un hospedaje de lujo, sino una conexión íntima con lo sagrado: rituales ancestrales, ceremonias culturales y guías expertos que revelan los secretos de las montañas.
Río Sagrado, Valle Sagrado
Entre Cusco y Machu Picchu se extiende el Valle Sagrado de los Incas, una región fértil y sagrada que fue el corazón agrícola del imperio. A orillas del río Urubamba te espera el Belmond Río Sagrado, diseñado para parecer un pueblo andino entre jardines exuberantes y terrazas con vistas al río.
El Belmond Río Sagrado también es el lugar ideal para aclimatarse antes de subir a Cusco o explorar Machu Picchu. A una altitud más baja y con un clima apacible, ofrece tratamientos de spa inspirados en rituales incas, paseos por los jardines y la posibilidad de alimentar a las alpacas que habitan el recinto.
Cada experiencia en este hotel conecta al viajero con las raíces espirituales del Perú. Su restaurante ofrece una cocina basada en productos locales, donde la frescura del maíz, la quinoa y las hierbas del valle se transforman en platos que combinan tradición y sofisticación.
Cusco y Machu Picchu siempre han sido destinos de sueños. Con Belmond, esos sueños se convierten en una experiencia de viaje sublime, donde el pasado y el lujo se encuentran en perfecta armonía.
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