Especial 7 maravillas del mundo: Petra, la Ciudad Rosa de Jordania
En medio del vasto y misterioso desierto jordano, entre imponentes cañones y rocas talladas por el viento, se encuentra Petra, un destino que parece sacado de un sueño antiguo. Este asombroso tesoro arqueológico, conocido como «la Ciudad Rosa» por el tono rosado de sus piedras, es uno de esos lugares que deja sin aliento a cualquiera que lo visita.
Nombrada como una de las 7 maravillas del mundo moderno en 2007, Petra es un portal que transporta a los viajeros al pasado glorioso de una civilización perdida. A continuación, te contamos todo sobre el tesoro nabateo de Jordania y por qué debe ser tu próximo destino.
Una ciudad perdida
Petra es una antigua ciudad excavada en las montañas del sur de Jordania, en Medio Oriente, famosa por sus monumentales tumbas y edificios tallados directamente en los acantilados de piedra arenisca. Su impresionante arquitectura, combinada con su misteriosa historia, ha hecho de Petra un ícono mundial.
Fue la capital del reino nabateo, una próspera civilización árabe que controlaba las rutas comerciales que conectaban el Mediterráneo con el Mar Rojo, Egipto, Siria y Arabia alrededor del siglo IV a.C. Lo que hace especial a Petra no solo es su aspecto majestuoso, sino también el ingenioso sistema de gestión del agua que permitió a la ciudad florecer en un entorno desértico, obra de los nabateos.
Con el tiempo, Petra cayó en manos del Imperio Romano en el año 106 d.C., lo que provocó su declive. Los terremotos y la reubicación de las rutas comerciales hicieron que la ciudad cayera en el olvido, hasta que fue redescubierta en 1812 por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt.
Hoy en día, Petra es uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo y una fuente constante de asombro. Además de que fue olvidada por siglos, a Petra se le llama ciudad perdida porque quedó enterrada bajo la arena. En la actualidad, solo un 20 por ciento está visible, mientras continúan las excavaciones para desenterrar y revelar secretos.
Petra, elegida en 2007 como una de las 7 maravillas del mundo
En el año 2007, Petra fue elegida como una de las 7 maravillas del mundo moderno en un concurso global organizado por la fundación New7Wonders. Este reconocimiento no solo subrayó la importancia histórica y cultural de Petra, sino que también consolidó su lugar como un destino imperdible para viajeros de todo el mundo.
La elección de Petra se debió a su monumentalidad, su extraordinaria conservación y su capacidad para inspirar asombro. Cualquiera que se encuentre ante el Tesoro de Petra por primera vez entiende instantáneamente por qué este lugar es digno de ser una maravilla.
Algunas curiosidades sobre esta maravilla es que ganó fama mundial cuando fue utilizada como escenario en la película de Indiana Jones en 1989. El Tesoro aparece como el templo en el que el personaje busca el Santo Grial, lo que atrajo la atención internacional sobre este sitio arqueológico. Además, otra curiosidad es que la piedra arenisca que forma Petra cambia de color a lo largo del día, pasando del rosa al naranja, rojo y dorado, según la posición del sol.
El Tesoro de Petra
Explorar Petra es una experiencia que te envuelve en un mundo antiguo, donde cada rincón tiene una historia que contar. Al llegar, lo primero que impresiona es El Tesoro (Al-Khazneh), la icónica fachada tallada en la roca que te recibe al final del estrecho cañón del Siq.
Esta obra maestra de la arquitectura nabatea, con sus columnas y detalles intrincados, parece salir de las profundidades de la montaña, revelando su majestuosidad. El Tesoro, de 40 metros de altura, es aún más impresionante cuando la luz del amanecer o del atardecer baña su piedra rosada en tonos dorados.
Además, el también Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO merece ser visto de noche, rodeado la luz de las velas y con espectáculos musicales en vivo.
Los encantos de la Ciudad Rosa
Para los aventureros, El Monasterio es otra maravilla que no puedes perderte. Aunque la caminata de casi 800 escalones puede parecer desafiante, la recompensa al llegar es inigualable. El Monasterio es similar en estilo al Tesoro, pero más grande y ubicado en un punto alto desde donde se obtienen vistas espectaculares del desierto.
Recorrer el Siq, el estrecho desfiladero que sirve como entrada principal a Petra y que es llamado también Pequeña Petra, es una experiencia mágica en sí misma. A lo largo de sus 1.2 kilómetros de longitud, las altas paredes de roca, que alcanzan hasta 80 metros de altura, crean un ambiente misterioso y solemne. En este tramo, se pueden observar antiguas inscripciones y restos de antiguos sistemas hidráulicos, además de vendedores que ofrecen recuerdos.
Otro sitio imperdible en Petra son las Tumbas Reales, un conjunto de imponentes tumbas talladas en los acantilados, que muestran el poder y la riqueza de los antiguos nabateos. Aunque originalmente fueron destinadas para la élite, hoy día cualquiera puede maravillarse con su tamaño y los detalles de su construcción.
Para quienes buscan vistas panorámicas, la subida al Altar de los Sacrificios es otra actividad imprescindible. El camino es empinado, pero una vez en la cima, la recompensa es una vista inolvidable de toda Petra y el entorno desértico que la rodea. Este altar, utilizado en rituales religiosos, añade una capa más de misterio a la experiencia.
Explorar la Ciudad Rosa es caminar entre historia viva, sumergirse en un paisaje espectacular y sentir la grandeza de una cultura que dejó su huella en las piedras. Si alguna vez soñaste con una aventura en Jordania, Petra te está esperando, lista para revelarte sus secretos.
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