Mirador Obelisco: La nueva experiencia de la joya de Buenos Aires
Por primera vez en 89 años, el emblemático monumento de Buenos Aires abre el Mirador Obelisco al público de forma permanente, convirtiéndose en una de las nuevas atracciones turísticas más esperadas de la Ciudad.
Desde el 1 de noviembre, vecinos, viajeros y amantes de la arquitectura han podido ascender hasta los 67,5 metros de altura del monumento para disfrutar de una vista panorámica 360° inolvidable.
El lanzamiento oficial del Mirador Obelisco se realizó durante la Feria Internacional de Turismo (FIT), donde participaron representantes de más de 55 países y más de 140 mil visitantes. Su apertura marca un antes y un después para uno de los monumentos urbanos más fotografiados del mundo.
Horarios y cómo conseguir tu entrada al Mirador Obelisco
El Mirador Obelisco funciona todos los días, de 9 a 17 horas, con turnos rotativos y cupos limitados.
Las entradas se adquieren únicamente de forma online a través de miradorobelisco.com.ar.
Tarifas:
- Residentes argentinos: $18.000 pesos argentinos (requiere acreditación con documento).
- No residentes: $36.000 pesos argentinos.
- Jubilados y niños de entre 4 y 11 años: 50% de descuento según la tarifa correspondiente.
- Edad mínima: 4 años.
En caso de mal clima o situaciones de fuerza mayor, como movilizaciones que impidan el acceso, las entradas se reprograman o reembolsan.
Cómo es la experiencia en el Mirador Obelisco
La visita comienza subiendo 8 escalones hasta llegar al nuevo ascensor interno del Obelisco. Este elevador, especialmente diseñado para no modificar la estructura original, tiene capacidad para cuatro personas y un lateral vidriado que permite observar el interior del monumento durante el ascenso de un minuto. Otro de sus laterales cuenta con una pantalla informativa que acompaña el recorrido.
Al llegar al nivel 55, los visitantes completan el acceso con una escalera caracol de 35 peldaños hasta la cúspide del mirador. Una vez arriba, las 4 ventanas orientadas a los puntos cardinales regalan una vista privilegiada de la ciudad: la Avenida 9 de Julio, la inmensidad del Microcentro, los tejados históricos y la energía que late desde las calles porteñas.
La experiencia completa dura 20 minutos, e incluye una narración histórica y cultural que detalla la evolución del Obelisco y su significado para la identidad porteña.
Seguridad, accesibilidad y detalles a considerar
Buenos Aires recibe cada año a más de 9 millones de turistas y el Obelisco siempre figura como una visita obligada. Con este nuevo mirador, la experiencia se vuelve más inmersiva y personalizada, fortaleciendo el turismo cultural de la capital argentina.
Por condiciones técnicas del monumento, el mirador no es accesible para personas con movilidad reducida o sillas de ruedas. No obstante, se está desarrollando una experiencia de realidad virtual para que quienes no puedan ascender tengan igualmente la posibilidad de recorrer la historia y las vistas del Obelisco desde otra perspectiva.
Las obras realizadas para adaptar el interior del monumento respetaron su carácter de Monumento Histórico Nacional, garantizando su preservación estructural.
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Otras paradas obligatorias en Buenos Aires
Un paseo por la Avenida Corrientes, conocida como “la calle que nunca duerme”, te permitirá disfrutar de teatros, librerías y pizzerías tradicionales. Muy cerca, el histórico Barrio de San Telmo ofrece su famosa feria de antigüedades y espectáculos de tango callejero, esenciales para conectarse con la esencia porteña.
Las elegantes calles de Recoleta también son un punto obligado, especialmente por el Cementerio de la Recoleta, uno de los más famosos del mundo por su arquitectura y las figuras históricas que descansan allí.
A pocos minutos del Obelisco, Puerto Madero sorprende con su estilo moderno, restaurantes de primer nivel y vistas imperdibles al Río de la Plata, ideal para caminar al atardecer.
Los amantes del arte encontrarán en el Teatro Colón una joya cultural única. Considerado uno de los teatros de ópera más importantes del mundo, es una parada obligada tanto por su acústica como por su impresionante arquitectura.
La ciudad también brilla por sus barrios llenos de color y personalidad. La Boca, con su mítica calle Caminito, despliega arte, tradición y fútbol, mientras que Palermo es el epicentro del diseño, la gastronomía y los bares más concurridos de la capital.
Junto a estos atractivos de la Ciudad de la Furia, el Mirador Obelisco se convierte así en un espacio donde la historia, la arquitectura y la emoción se encuentran. Una ventana única para descubrir Buenos Aires en toda su magnitud, desde su corazón más simbólico.
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