Un día en Estambul: Comer, comprar y pasear

Hay ciudades que se sienten como un cuento, donde el pasado y el presente se abrazan entre aromas, colores y sonidos. Estambul es una de ellas. No es solo una ciudad: es un puente entre continentes, una sinfonía de culturas, una galería viviente de historia otomana, bizantina y romana.
Pero si tu tiempo es limitado y solo puedes dedicarle un día, no te preocupes: ese día puede ser una experiencia intensa, sabrosa y fascinante. Porque Estambul es perfecta para quienes aman comer bien, comprar con estilo y pasear sin rumbo pero con asombro.
Prepárate para un viaje sensorial donde el desayuno comienza con miel y pistachos, las compras se hacen entre alfombras, lámparas y cuero, y los paseos te llevan por cúpulas doradas, miradores, y puentes que parecen unir mundos paralelos.
Aquí te dejamos un itinerario perfecto para descubrir Estambul en un solo día… saboreándola, regateándola y caminándola.

Comer en Estambul
Especias, salsas, kebabs, dulces y panes se funden en una cocina que refleja la multiculturalidad de Estambul.
Tu día debe comenzar con un kahvaltı, el desayuno turco, una experiencia en sí misma. Te recomendamos sentarte en Van Kahvaltı Evi, en el barrio de Cihangir, donde una docena de platitos te recibirán con miel natural, kaymak (crema espesa), quesos, aceitunas, tomates, pepinos y simit (el pan circular con sésamo típico de Turquía).

A la hora del almuerzo, es momento de probar un clásico: el kebab. Puedes optar por un döner (en pan o plato) o dejarte tentar por el Iskender kebab, servido con salsa de tomate y yogur sobre trozos de pan. Un lugar emblemático para esto es Hamdi Restaurant, junto al Bazar de las Especias, que además ofrece una vista panorámica sobre el Cuerno de Oro y la Mezquita Nueva.
¿Y para la tarde? Te sugerimos probar el famoso börek (pastel salado relleno de queso o carne) con un vaso de çay (té turco) en el restaurante Simit Sarayı. Si buscas una cena especial, Mikla Restaurant, en la terraza del hotel The Marmara Pera, combina la alta cocina turca con una vista de película.

Si lo tuyo son los postres, entonces tu día no estará completo sin un baklava de Karaköy Güllüoğlu, la meca de los dulces turcos. Crujiente, empapado en almíbar y cargado de pistachos: un manjar que resume Oriente en un solo bocado.
También te puede interesar: Stopover gratis: Turkish Airlines y otras aerolíneas que lo ofrecen
Comprar en Estambul
El epicentro del comercio tradicional de Estambul es el Gran Bazar (Kapalıçarşı), uno de los mercados cubiertos más grandes y antiguos del mundo. Más de 4.000 tiendas venden desde joyas de oro hasta alfombras hechas a mano, lámparas de cristal, cuero y cerámicas pintadas a mano. Regatear es parte del juego y de la cultura, así que no temas ofrecer tu mejor precio con una sonrisa.

Muy cerca de allí, el Bazar de las Especias (Mısır Çarşısı) es una explosión de aromas: comino, azafrán, pimienta, tés de rosas, frutas secas y delicias turcas envueltas en polvo de pistacho. Es el lugar perfecto para llevar un pedacito de Estambul a casa en forma de sabor.

Pero no todo es tradición. Estambul también tiene una faceta moderna y chic. Si buscas diseño local y marcas internacionales, dirígete al barrio de Nişantaşı, un elegante distrito que recuerda a París por sus boutiques, cafés y arquitectura. También puedes visitar Istinye Park, un centro comercial de lujo con firmas como Chanel, Louis Vuitton o Zara.
Y para algo único y auténtico, no te pierdas el Arasta Bazaar, detrás de la Mezquita Azul. Menos turístico que el Gran Bazar, este mercado más pequeño tiene puestos de arte, tapices y recuerdos con alma, lejos de la aglomeración de los grandes centros.
Viaja a Turquía con 2×1 (9 días / 8 noches)
Y por supuesto, pasear
Comienza tu ruta por Sultanahmet, el corazón histórico de la ciudad. Aquí encontrarás tres joyas en un mismo cuadrante: la Mezquita Azul, con sus seis minaretes y azulejos de Iznik; Santa Sofía, que fue basílica bizantina, mezquita otomana y hoy museo-mezquita; y el Palacio de Topkapi y sus patios, residencia de los sultanes durante siglos.

Después de tanta historia, cruza a pie el Puente de Gálata, donde los pescadores lanzan sus líneas mientras los tranvías recorren la ciudad. Al otro lado, sube la colina hasta la Torre de Gálata, desde donde obtendrás una de las mejores vistas panorámicas de Estambul.

En el mismo distrito de Fatih, sobre una colina con vistas al estuario del Cuerno de Oro, se presenta majestuosa la Mezquita de Suleimán, una joya arquitectónica del siglo XVI y una de las más imponentes de Estambul, inspirada en la icónica Santa Sofía.

A poca distancia de allí se encuentran dos sitios imprescindibles para cualquier visitante: la enigmática Cisterna Basílica, también conocida como el «palacio sumergido», y el histórico Hipódromo de Constantinopla.

Para terminar el día con broche de oro, toma un crucero al atardecer por el Bósforo. En una hora recorrerás palacios imperiales, mezquitas, fortalezas y mansiones que flotan junto al agua. Puedes hacerlo desde el embarcadero de Eminönü, donde salen los ferris públicos, o bien reservar un tour privado con cena incluida.
Un solo día bien vivido en Estambul puede ofrecerte un viaje completo: uno que active tus sentidos, que te llene la maleta de recuerdos y el alma de historias. ¡Descubre la antigua Constantinopla!
También te puede interesar: Argentina pedirá seguro médico a viajeros para ingresar al país