Río de Janeiro: Cómo lograr la foto perfecta en el Cristo Redentor
Ir a Río de Janeiro y no visitar el Cristo Redentor es como no haber ido nunca a Río de Janeiro. Por el atractivo, muchos eligen al Cristo como su primera parada en su primera vez en la Ciudad Maravillosa. Por fe, algunos van cada vez que visitan Río. Pero no siempre representa una aventura agradable, especialmente si el clima no está a nuestro favor.
Y si el clima no está a nuestro favor, lograr una buena foto es casi imposible. Ni siquiera el magnífico escenario natural que rodea a la estructura o el panorama de los edificios de Río se verían en un momento en el que todo luzca arropado por un intenso gris causado por la niebla. Ir al Cristo Redentor cuando está nublado es arriesgado si pretendemos una buena fotografía y puede obligar a los viajeros a ir hasta dos veces.
¿Has visto los videos virales en TikTok de viajeros que visitan Río de Janeiro, suben hasta el Cristo Redentor y al llegar no se aprecia nada? Ese audio en tendencia en el que una joven exclama “¡mis ahorros!” es tan cruel como el hecho de llegar la cima del Cerro del Corcovado y no poder admirar la grandeza de una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, ya sea por la neblina o por la multitud que se presenta a los pies del Cristo.
Nadie quiere sentir que perdió su dinero y que subió hasta el Cristo Redentor para no apreciarlo correctamente. Pero acá te explicaremos algunos consejos y recomendaciones para que elijas el momento perfecto para un recuerdo perfecto.
El clima en Río de Janeiro, en constante cambio
Muchos se sorprenden al leer que los meses de verano en Río de Janeiro tienen los días en los que más lluvias se registran. Es una extraña combinación de sol, calor y lluvias, que varían de forma constante y que se debe a la ubicación geográfica de este vibrante paraíso brasileño.
Pero incluso, durante el resto del año, las temperaturas en Río son muy cambiantes. Es difícil pronosticar qué pasará en tres o seis meses, de acuerdo a la fecha que elijas para tu viaje a la Ciudad Maravillosa, pero cuando se acerquen los días sí podrás conocer cómo estará el clima, por ejemplo, con la aplicación del clima que tengas instalada en tu smartphone.
Entonces, si planificaste un viaje a Río de Janeiro de una semana, tienes que confirmar el día y el horario en el que más sol esté pronosticado y más despejado esté. Un cielo brillante y despejado te garantizará ser testigo de la grandeza del Cristo Redentor.
Como dato, existe un canal de YouTube que muestra en tiempo real el Cristo Redentor. Su transmisión en vivo, compartida en diferentes horarios de cada día, te permitirá comprobar cómo está el clima en la cima.
¿A qué hora ir? Aplica para casi todo en Río de Janeiro
Ya sabemos que lo ideal es agendar en nuestro itinerario el día más soleado y despejado para visitar el Cristo Redentor. Eso nos lleva a la siguiente pregunta: ¿A qué hora ir?
La mejor hora para subir el Corcovado es a primera hora de la mañana. El sol en Río de Janeiro sale muy temprano, por lo que la recomendación es subir a las 7:00 AM, hora local. Si contratas un tour para ir al Cristo, elige su primera salida del día. Si vas por tu cuenta, trata de llegar a la hora indicada a la taquilla de pago.
En las primeras horas del día hay menos viajeros en la fila para subir en el tren o en van, por lo tanto menos personas en cada medio de transporte y menos aglomeraciones en la cima. Esto es clave: menos personas significa más espacio para lograr la foto perfecta.
Este horario de la mañana no solo aplica para el Cristo Redentor, sino para la gran mayoría de atractivos naturales en Río de Janeiro, como el Pan de Azúcar. Incluso a las playas de Río es bueno llegar temprano, después del desayuno, alrededor de las 10:00 AM.
La “competencia” de las fotos en el Cristo Redentor
Si logramos subir temprano al Cristo Redentor, no habrá tanta multitud. Tendremos espacio para hacer selfies, fotos más elaboradas, ayudar a algún viajero que necesite ayuda con su cámara y suspirar ante la inmensidad de esta Maravilla del Mundo.
Pero desde las 9:00 AM, aproximadamente, empieza la “competencia” de las fotos. Esa en la que todos intentan lograr esa fotografía que buscan, donde alguna pareja o algún viajero, inocentemente, puede que salga en esa imagen que tomaste. Por eso “competencia” va entre comillas, porque todos los que suben hasta el Cristo tienen el mismo objetivo: lograr una buena foto para un recuerdo perfecto.
Cuando hay muchos turistas en el Cristo Redentor, se hace más difícil tomar una foto. No es imposible, pero obviamente al tener menos espacio hay menos margen de maniobra para las capturas. Es en este escenario en el que más creativos tenemos que ser y por ello también compartiremos algunos consejos.
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Consejos para una foto perfecta
Sin ser fotógrafos profesionales y rodeados de mucha gente, de igual manera podemos lograr una buena foto en el Cristo Redentor. Los siguientes consejos aplican tanto para un escenario de multitud como de pocas personas en el Cristo:
- Lleva un trípode. Esto te ayudará a mantener tu teléfono o cámara firme, dándole la dirección que deseas al lente de la cámara. También puedes usar un selfie stick.
- Toma las fotos desde el suelo. Si tu cámara o smartphone están abajo y apuntando hacia arriba, podrás lograr una imagen icónica en la que se aprecie en su totalidad la estatua del Cristo Redentor. Es el mejor consejo fotográfico que podemos darte.
- Respeta el turno de los demás y ayúdalos. En algunos casos, los viajeros se ponen de acuerdo para hacer filas y que cada quien tenga su momento para tomar su fotografía. Este es el mejor escenario posible, ya que de esta manera cada persona tendrá su oportunidad para lograr la foto perfecta, incentiva la camaradería entre viajeros e impulsa a todos a ayudarse a conseguir una buena imagen.
Estos consejos podrán ayudarte a conseguir una fotografía como la de Guy Acurero, analista digital y creador de contenidos en Expan Tours, quien visitó recientemente Río y comparte este texto y sus recomendaciones.
Seguir estos consejos hará de tu viaje a Río de Janeiro uno que nunca olvidarás y que tu visita al Cristo Redentor te deje una experiencia que siempre anhelaste. Al fin y al cabo, lo que siempre nos queda de los viajes es la satisfacción del sueño cumplido, los recuerdos y una foto perfecta para tu feed en redes sociales o para tu sala de estar.
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